Empate con polémicas en Arroyito

Vélez igualó 1 a 1 ante Rosario Central en el Gigante de Arroyito por la 9ª fecha de la Copa de la Liga. En una noche marcada por las polémicas, Santiago Castro marcó el tanto del Fortín que, aunque está en zona de clasificación para la segunda fase, sigue enfocado en su objetivo central, que es mantenerse en Primera.

En un encuentro clave por la permanencia -tanto como los que disputó recientemente y los que restan- el equipo de Liniers viajó a Rosario con el objetivo de quedarse con los tres puntos. Pero ante un error grosero del juez Yael Falcón Pérez, el arbitraje volvió a transformarse en un escollo insalvable para las ilusiones fortineras.

Durante la primera etapa, Vélez fue el claro dominador del partido. Entró comprometido, dispuso el juego rápido, presión alta, y toques de primera para llegar al área del canalla. La primera aproximación fue de cabeza: lo tuvo Santiago Castro y por centímetros se fue afuera, y poco después dispuso de otra situación clara: el zurdazo de Francisco Pizzini desde afuera del área que hizo temblar el travesaño.

Pero cuando se llegaba a la media hora de juego, Claudio Aquino la jugó a la derecha con Pizzini que lo vio a Castro y mando un centro milimétrico al segundo palo para que el “Toto”, infalible, estampe de cabeza el 1 a 0 para el Fortín. 

Tras la ventaja de la visita, el local intentó llegar a la igualdad en los pies de Ignacio Malcorra y en las jugadas áreas, en las que Quintana tuvo chances. Pero Gastón Gómez se mantuvo sólido en el arco. Pero hacia el final de la primera etapa vendría la primera polémica: en una disputa entre Castro y Damián Martínez, el delantero acusó un golpe artero del defensor y el juez brilló por su ausencia.

La segunda parte tuvo un cambio notable, Central salió con más decisión en busca de hacerse fuerte en su casa y la visita se retrasó unos metros en el campo de juego. Durante los primeros minutos arrinconó al Fortín que, lejos de amilanarse, buscaba mantener o estirar su ventaja. Otra vez, Castro volvió a avisar con su zurda y el remate por muy poco se fue desviado.

Hasta que a los 15 minutos se produjo la polémica que selló la suerte del Fortín y del partido, a partir de un fallo extraordinario, localista e inventado. Desborde por la banda izquierda de Malcorra y un centro impreciso al área que pegó primero en la rodilla y posteriormente en el brazo de Pizzini. El juez cobró tiro de esquina, pero rápidamente fue llamado desde el VAR para chequear un posible penal. En ninguna de las imágenes pertinentes existe claridad que permita dictaminar con exactitud la existencia de una infracción. Sin embargo, tras observar más de diez veces la jugada, el juez terminó sancionando el penal a favor del local -en una situación similar a la que padeció el Fortín frente a Independiente en Avellaneda- para darle forma al segundo error grosero de la terna arbitral.

En el pie derecho de Maximiliano Lovera llegó la igualdad y la calentura del cuerpo técnico y del conjunto velezano.

Ya en los minutos finales, el Fortín se sintió ampliamente perjudicado, aunque sin embargo intentó buscar la victoria.  José Florentín tuvo una chance clara a centímetros del área que no pudo finalizar, pero luego de eso no tuvo más jugadas prometedoras para definir.

Con un sabor amargo, Vélez se volvió con un punto a Liniers y con la confirmación de que no sólo lucha por permanecer en la máxima categoría, sino también contra quienes tienen la decisiva misión de impartir justicia. El próximo compromiso será este lunes en el estadio José Amalfitani, cuando a las 21 reciba a Banfield, en otro cruce fundamental para sus aspiraciones de permanencia.

Nicole Parodi