Perlita linierense entre Brandoni y De Niro

“Nada”, la exitosa serie encabezada por Luis Brandoni y Robert de Niro, no sólo atrae espectadores por la singularidad y la ductilidad actoral de la dupla protagónica, sino también por el esplendor de los escenarios naturales porteños que ponen a la ciudad de Buenos Aires en el centro de la escena. Allí, la mención del barrio de Liniers promete incluir al distrito local en el último capítulo de la serie, cosa que finalmente no ocurre.

Luego de su estreno del 11 de octubre pasado, la serie “Nada” -ni más ni menos que con Luis Brandoni y el galardonado Robert de Niro como protagonistas- está acaparando la atención de los espectadores de plataformas digitales. Dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat (El hombre de al lado, El ciudadano ilustre, Mi obra maestra, El encargado) y coproducida con Star+, la trama de “Nada” se centra en la vida de Manuel Tamayo (Brandoni), un crítico gastronómico con una carrera en declive, pero cuyo apetito por los placeres sibaritas permanece intacto. La muerte de su fiel asistente Celsa (María Rosa Fugazot) y la disipación de un anticipo editorial para un libro del cual no ha escrito ni un sólo párrafo, desencadenan una crisis existencial en el hombre octogenario. Sin embargo, su salvación se materializará en la figura de Antonia, su recién llegada asistenta: una joven paraguaya de origen humilde, interpretada con maestría por Majo Cabrera.

Por su lado, estableciendo un paralelismo con la vida real, Vincent, el personaje de De Niro (El Padrino II, Taxi Driver, Toro Salvaje, La Misión, y cientos de etcéteras) asume el papel de un prestigioso periodista neoyorquino que viaja a Buenos Aires para reencontrarse con su antiguo amigo Tamayo (amistad que emula a la de la vida real). Adicionalmente, además, actúa como un narrador omnisciente que introduce al espectador a la historia y detalla las sutilezas lingüísticas de los improperios porteños (párrafo aparte para su antológica, minuciosa y fontanarrosesca diferenciación entre “boludo” y “pelotudo”).

El argumento de “Nada” se desarrolla a lo largo de cinco capítulos de media hora, que invitan a verlos de un tirón. En el último de ellos, cuando todo parece encaminarse al desenlace, el personaje de Antonia, ante un serio problema de salud de su abuela -que estaba al cuidado de su pequeño hijo- se ve obligada a retornar a Paraguay, y a través de un mensaje de audio le informa a Grace (Silvia Kutika, que interpreta a una ex pareja de Manuel) que abordará en la Terminal de Liniers un micro hacia Asunción. Al tomar conocimiento de la drástica decisión de Antonia, Manuel parte raudo a buscarla. Sin embargo, cuando el bullicio de General Paz y Ventura Bosch amagaba con apoderarse de la escena, la serie muestra a los personajes de Brandoni y de Cabrera en la Terminal de…. Dellepiane…

Desde la producción aseguran que la escena donde se menciona al barrio de Liniers ya estaba grabada cuando a fines del año pasado “surgieron complicaciones para filmar la escena posterior de la despedida entre Manuel y Antonia, en Parada Liniers”, entonces se optó por modificar la locación y concretarla en la Terminal de Dellepiane, de Flores Sur.

Un detalle más que sutil para una serie impoluta, pero que para los linierenses de ley no pasa desapercibido.