Los árboles viven de pie

La Justicia le bajó el pulgar al tramo del Metrobús lindero al parque Avellaneda, cuya obra implicaba quitar trece árboles incluidos en el Área de Protección Histórica

Tras la visita realizada el 9 de agosto pasado, la jueza en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, Elena Liberatori, rechazó finalmente el pedido del Gobierno porteño para completar la obra del Metrobús de Alberdi y Directorio, en el tramo lindero al Parque Avellaneda. El fallo se basó en que la construcción del carril incluía la remoción de trece árboles en un área protegida, procedimiento que viola la obligación del Estado de conservación de las condiciones ambientales.

De esta forma, el flamante Metrobús que desde el 8 de septiembre pasado circula entre las avenidas San Pedrito y Bruix por un carril central en Alberdi y Directorio, presenta un tramo de 400 metros, sobre la avenida Directorio, donde el corredor se mantiene inconcluso y ahora deberá ser liberado al tránsito. En rigor, el proyecto vial preveía un corredor central de 5,8 kilómetros por las avenidas Alberdi y Directorio; no obstante, la obra sólo se efectuó en la primera de las arterias y parcialmente en la segunda, donde el carril central para colectivos se inicia a partir de Lacarra.

Como se recordará, la polémica obra se puso en marcha a comienzos de este año y cosechó el rechazo de vecinos y comerciantes de ambas avenidas, al considerar que el Metrobús iba a traer un perjuicio a la zona, por lo que presentaron un amparo judicial para impedir la ejecución de la totalidad de la traza en un reclamo que no tuvo un fallo favorable. En aquel amparo impulsado por las organizaciones barriales y comuneros, se denunciaba “la ausencia de participación ciudadana en el diseño de la obra en su totalidad y el eventual daño ambiental”.

Finalmente, la magistrada a cargo del juzgado en lo Contencioso, Administrativo y Tributario N° 4, dio lugar al pedido para que la construcción de la traza no se concretara en las cuadras de Directorio situadas frente al Parque Avellaneda, catalogada como un Área de Protección Histórica (APH 45 “Parque Avellaneda y entorno”), más aún considerando que, para su implementación, debían removerse trece árboles de las veredas para ampliar la calzada.

Según argumentó Liberatori, la normativa vigente para las APH dispone que “las aceras y calzadas deben mantener las dimensiones y trazados actuales”. A su vez, especificó que “se encuentra prohibida cualquier supresión o elemento de los mismos, como cualquier actuación que pueda dañar o producir deterioro en los elementos protegidos y que desvirtúen su carácter paisajístico”.

La jueza puntualizó en su fallo que “la extracción de árboles que contempla el proyecto de obra, viola abierta y simultáneamente las tres obligaciones de mantenimiento, conservación y puesta en valor de las condiciones ambientales actuales”. Y agregó que “la tala de especies que forman parte del arbolado público urbano por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene grandes consecuencias sobre el medioambiente y también sobre la calidad de vida y la salud de los habitantes de la Ciudad”.

En ese sentido, Liberatori citó un documento difundido por el propio Estado porteño, elaborado con motivo de la Cumbre de Cambio Climático que se realizó en el distrito capitalino el año pasado, el cual sostiene que “el arbolado urbano es un elemento clave de la Ciudad y de la planificación”.

Al respecto, la jueza se explayó en su fallo, al destacar que os árboles son grandes asistentes para las personas: absorben dióxido de carbono y producen oxígeno, las conectan con la naturaleza e impactan positivamente en la salud. “Son, además, hermosos espacios de recreación. A nivel climático, colaboran en la regulación de la temperatura y aportan superficies absorbentes ante lluvias”, destacó Liberatori, y advirtió que “en el expediente que nos ocupa observamos como el propio Gobierno porteño va en contra de estos valiosos actos suyos, al proyectar una obra pública de transporte sin observar los principios y estrategias establecidas con relación a la política de protección del arbolado existente (y sano) en la Ciudad, máxime cuando estos están protegidos por el Código Urbanístico”.

Los vecinos y comerciantes de la zona recibieron el fallo con agrado, aunque algunos advirtieron “tuvimos la suerte de estar en una APH, de otro modo se llevaban todo puesto”.

El próximo paso del reclamo vecinal está enfocado ahora en que el Gobierno porteño proceda a retirar el obrador que aún se mantiene incólume en medio de la avenida Directorio, a metros del Club Alvear y del Centro de Salud N° 13, que funciona en el ala noroeste del parque, obstaculizando notoriamente el flujo del tránsito vehicular y generando una innecesaria contaminación sonora en el lugar.

En ese sentido, los vecinos ya han presentado el reclamo ante la Junta Comunal 9, para que gestione el retiro del obrador a la mayor brevedad.

¿Se viene la segunda?

Como se sabe, la obra del Metrobús de Alberdi y Directorio está planificada en dos etapas: la primera –ya inaugurada- desde San Pedrito hasta avenida Bruix (ida por Alberdi y vuelta por Directorio), y la segunda desde allí hasta General Paz por la avenida Alberdi.

Aunque el Gobierno porteño afirma que las obras para ese segundo tramo se pondrían en marcha a comienzos del año próximo, no se descarta que, ante el marcado rechazo que este corredor generó en gran parte de la comunidad local –con la consiguiente implicancia judicial en el tema- finalmente el proyecto concluya en la primera etapa.

Esa primera etapa de las obras estuvo encarada a través de la empresa Ausa y fue concretada por Vialmani s.a. a cambio de $ 930.843.052,58 más IVA, que sumados a los 151 millones destinados a quitar adoquines y poner pavimento articulado, redonedó un total de algo más de 1.082 millones de pesos.

Ricardo Daniel Nicolin