La Justicia viaja en carriles exclusivos
Mientras se aguarda la decisión de la jueza Liberatori, la obra del Metrobús de Alberdi-Directorio podría inaugurarse a comienzos de octubre
La jueza en lo contencioso, administrativo y tributario de la Ciudad de Buenos Aires, Elena Liberatori, recorrió el miércoles 9 de agosto el Parque Avellaneda en torno a la causa que tramita, por la cual evalúa otorgar o no al Gobierno porteño la autorización para finalizar la obra de construcción del Metrobús que circulará por las avenidas Alberdi y Directorio.
La actividad de la magistrada comenzó en la esquina de Nazca y San Pedrito y finalizó en la intersección de Lacarra y Directorio, acompañada por funcionarios del Gobierno local, vecinos, comerciantes y representantes de las Juntas Comunales 7, 9 y 10. “Es una recorrida en función de la decisión que tengo que tomar”, explicó la jueza a propósito de la medida cautelar que está vigente y que impide a la administración de Rodríguez Larreta completar la ejecución del carril exclusivo para el transporte público.
En rigor, el proyecto vial prevé un corredor central de 5,8 kilómetros por las avenidas Alberdi y Directorio; no obstante, la obra sólo se efectuó en la primera de las arterias y parcialmente en la segunda, donde resta concluirse un tramo de 500 metros. Sobre ese sector rige una orden de la jueza Liberatori que frenó los trabajos del Metrobús previstos por el Gobierno porteño al considerar que podría afectar el Área de Protección Histórica 45 “Parque Avellaneda y entorno” ya que, entre otros puntos, contempla la extracción de trece árboles ubicados sobre la vereda.
La medida judicial surgió en respuesta a un amparo impulsado por las organizaciones barriales y comuneros, que denunciaron la ausencia de participación ciudadana en el diseño de la obra en su totalidad y el eventual daño ambiental.
La recorrida de la magistrada se inició a las 12.30 en San Pedrito y Alberdi, desde donde, tras un breve intercambio con los vecinos, recorrió en automóvil la traza del Metrobús sobre la avenida Alberdi -pasando por el centro comercial de sanitarios, cerámicos y artefactos de cocina- hasta arribar al área de protección histórica del Parque Avellaneda, en Directorio entre Lacarra y Olivera. Allí, los amparistas y vecinos tuvieron oportunidad de dialogar sobre el impacto negativo de la obra del Metrobús sobre el área protegida.
Entre otros planteos realizados por los vecinos, se le recordó a la jueza la Ley 3042 (APH 45) que establece que “el Parque Avellaneda conforma un espacio público a escala urbana con alto valor urbanístico-ambiental, arquitectónico e histórico”. En ese entorno, cualquier proyecto debe ser aprobado por la Mesa de Trabajo y Consenso (MTC) del Parque. En ese sentido, en su plenario 288, la MTC, tras analizar el impacto negativo del proyecto del Metrobús, aprobó el acuerdo que declara no factible la propuesta de dársenas centrales en el tramo de avenida Directorio entre Olivera y Lacarra.
Como se sabe, la recuperación del Parque Avellaneda y su institucionalización como unidad ambiental y de gestión asociada entre gobierno y vecinos es un logro de la participación vecinal. No respetar las decisiones de la MTC, no sólo implica desconocer lo establecido por la Ley 1153, sino también los principios de la democracia participativa establecidos en la Constitución porteña.
No obstante, lejos de rechazar de plano el proyecto del Metrobús, los amparistas presentaron una propuesta alternativa para el emplazamiento de los paradores en ese tramo que mitigaría el impacto visual y, esencialmente, evitaría la extracción de trece árboles. Para eso le pidieron a Liberatori que convoque a una reunión con el Gobierno porteño para analizar la posibilidad de modificar ese tramo de la traza del Metrobus en la zona del Parque Avellaneda, y descartar así la extracción de los ejemplares. Sin embargo, a la fecha, ese encuentro no prosperó.
Por otra parte, ante el reclamo de muchos vecinos que insistían en conocer los motivos por los que esta recorrida no se había realizado con anterioridad, la jueza se excusó alegando el “calor espantoso” de los meses de verano. Y lejos de adelantar un veredicto sobre la continuidad o no de las obras sobre ese sector del parque, Liberatori remarcó que desde su función no puede avanzar sobre la decisión de ejecución de obras porque “es competencia del Ejecutivo” y que su aporte fue “crear una instancia de diálogo para que el gobierno porteño y amparistas llegaran a un acuerdo y me lo hicieran llegar”.
La visita se dio en el marco de la resolución judicial, emitida el 18 de mayo pasado, por la que la magistrada porteña dio por finalizada la medida cautelar que había suspendido parcialmente las obras del Metrobús de las avenidas Alberdi y Directorio, salvo en ese tramo del parque Avellaneda. Poco después, esa medida fue apelada por el Gobierno porteño, cuyos letrados solicitaron a Liberatori que dejara sin efecto la prohibición para poder avanzar con el proyecto, cuya fecha de inauguración está prevista para comienzos de octubre próximo, poco antes de la primera vuelta electoral.
Tal como lo vienen señalado desde principios de año, cuando se puso en marcha la obra, los comerciantes, comuneros y vecinos que se muestran en contra del Metrobús de Alberdi y Directorio, sostienen su rechazo al tratarse de una obra “innecesaria, inconsulta y dañina para el medioambiente que, lejos de implicar un acortamiento sustancial en los tiempos de circulación del transporte público, atenta contra la actividad comercial de la zona”.
Como se sabe, la obra del Metrobús de Alberdi y Directorio está planificada en dos etapas: la primera, desde San Pedrito hasta avenida Bruix (ida por Alberdi y vuelta por Directorio), y la segunda desde allí hasta General Paz por la avenida Alberdi. Entre los argumentos que señalan los vecinos por los cuales se oponen terminantemente a la llegada del Metrobús, se aclara que “los tramos elegidos son todos de mano única y amplios, por lo que no se apreciará ventaja alguna en el tiempo de recorrido. Sólo el distanciamiento de las paradas, que serán cada cuatro cuadras y no cada dos, reducirá ese tiempo”, expresan. Pero, además, la prohibición de estacionar que implicaría la llegada del Metrobús significa un duro golpe para el comercio establecido sobre la avenida Alberdi, no sólo el ubicado en el corazón mercantil y financiero de Mataderos, sino el de la industria de los sanitarios, que desde hace más de medio siglo reúne más de cuatrocientos comercios y unos dos mil trabajadores. “Toda esa gente ve peligrar su actividad económica debido a una obra injustificada, planificada desde escritorios lejanos a nuestros barrios y ejecutadas en un año electoral. Pero eso sí, el Ejecutivo porteño sigue sin construir un solo metro de subte”, señalan.
La obra está encarada a través de la empresa Ausa y fue adjudicada a Vialmani s.a. por $ 930.843.052,58 más IVA, que sumados a los 151 millones destinados a quitar adoquines y poner pavimento articulado, suman más de 1.082 millones de pesos.
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