Periódico zonal del Barrio de Liniers para la Comuna 9
April 19, 2024 4:33 pm
Cosas de Barrio

Grandes bibliotecas de la historia

Hoy, las bibliotecas monásticas de los países nórdicos

Por la Alejandro Andrés Bressi (*)

En esta tercera entrega -o “papiro número 3”- de los grandes centros del conocimiento de la historia, les propongo viajar en el tiempo a los países nórdicos.

Comencemos diciendo que la escritura llegó a Escandinavia -como al resto de los países ubicados al norte de los Alpes- con la introducción del cristianismo. San Ansgar les enseñó a leer y escribir a sus discípulos y, a medida que la iglesia se fue afianzando, también lo hizo el arte de escribir. Los libros más antiguos que se conservan, y que con seguridad puede afirmarse que fueron escritos en Escandinavia, datan del siglo XI.

La escritura “mopfne” (noruego-irlandés arcaico) más antigua, muestra influencias carolingias e irlandesas-anglosajonas; estas últimas han dejado especialmente su huella en los manuscritos noruegos. A través de Noruega la escritura medieval sueca sufrió una fuerte influencia anglosajona, mientras que la escritura danesa de esa época muestra la huella carolingia con su posterior transformación en letra gótica, como ocurrió en el resto del continente durante el siglo XIII. De hecho, los manuscritos daneses más antiguos se encuentran escritos en letra gótica.

La cultura monástica se desarrolló en los países escandinavos y con ellos las bibliotecas, de forma que no había iglesia que careciese de una colección mayor o menor de libros.

Conocemos en Dinamarca las bibliotecas del monasterio de FM, cerca del Ry, la de Sorf (en la Biblioteca Real de Copenhague se encuentra un manuscrito de Justino, obsequio del obispo Absalón a la biblioteca del monasterio de Sorf) y otras tantas.

Las catedrales de Lund, Roskilde y Ribe, entre otras, poseyeron bibliotecas comparativamente considerables. Las de las parroquias com,o es natural, eran de menor importancia.

En Noruega (donde el libro en latín más antiguo se escribió hasta la mitad del siglo XI, y los más antiguos en noruego arcaico al final del mismo siglo) se conoce la existencia de bibliotecas, entre otras, en el Monasterio de Mukeliv, en Bergen. En Suecia, por su parte, se destaca sobre todo el monasterio de las “Brígidas de Vadstena”, que llegó a poseer más de 1.500 volúmenes y, por lo tanto, constituyó la principal biblioteca medieval de Escandinavia.

Sin embargo, si se comparan los manuscritos medievales escandinavos con los correspondientes extranjeros, italianos, franceses o ingleses, habrá de reconocerse su inferior calidad en lo tocante a su decoración. En cuanto a las iniciales y miniaturas, lo que  se producía en los monasterios nórdicos no puede, ni de lejos, compararse con el restante arte bibliográfico de la época. Y a esto hay que agregar, particularmente en lo que se refiere a los manuscritos islandeses, que han llegado a nosotros en condiciones escasamente ventajosas; el pergamino, en parte de ellos, es áspero y de color oscuro. En ese sentido, da la impresión de que muchos de ellos se han originado y han pasado parte de su vida en una sociedad con sentido estético menos desarrollado que en el resto de Europa.

Nos encontramos en la próxima entrega. Y recuerden que recibimos sus consultas, sugerencias y opiniones en el correo electrónico: alejandroandresbressi@gmail.com.

(*) Bressi es vecino de Liniers, bibliotecario profesional, exresponsable de la Biblioteca José Hernández, profesor de inglés, historiador e investigador de las grandes bibliotecas de la historia.

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