Periódico zonal del Barrio de Liniers para la Comuna 9
May 1, 2024 7:02 pm
Cosas de Barrio

Preocupación por la tala indiscriminada de árboles en Parque Avellaneda

A principios de julio la empresa AUSA derribó otros ocho ejemplares linderos a la autopista

El lunes 4 de julio, en una decisión unilateral e inconsulta, la empresa Autopistas Urbanas s.a. (AUSA) echó por tierra ocho añosos ejemplares que integraban el patrimonio arbóreo del Parque Avellaneda. El hecho, ocurrido en un sector del parque lindero a la traza de la autopista -que replica lo ocurrido allí mismo hace poco más de dos años- generó un profundo malestar en los vecinos, del que se hicieron eco los comuneros del Frente de Todos (FdT) que integran la Junta Comunal 9.

En un comunicado difundido a través de redes sociales, Juan José Chaves, Lorena Crespo y Favio Pirone expresaron su “repudio a la tala indiscriminada de ocho ejemplares arbóreos en el Parque Avellaneda”, al tiempo que denunciaron “el incumplimiento de la Ley 1.153 de cogestión del Parque Avellaneda a través de la Mesa de Trabajo y Consenso (MTC), donde participamos activamente en nuestra calidad de comunerxs, junto a vecinxs y al administrador designado por el Gobierno porteño”. En ese sentido, señalaron que “ninguno de dichxs actores fue consultado respecto de semejante intromisión. Recordamos que desde nuestra responsabilidad fomentamos la plantación como forma de atenuar la emanación de gases, la contaminación sonora y la enorme deuda ambiental que significa el trazado de la autopista sobre el parque”.

Y respecto a la responsabilidad directa de la empresa encargada de administrar las autopistas porteñas –cuyas oficinas funcionan en un sector del parque- expresaron que “en lugar de ayudar a paliar los efectos nocivos que provoca la constante circulación de vehículos por sobre el parque Avellaneda, AUSA es la que ha encargado la tala en connivencia con el Gobierno porteño”. El comunicado cierra indicando que “desde el FDT 9 exigimos el respeto a la Ley de Comunas 1.777 y a la Ley de Gestión Asociada del Parque Avellaneda 1.153. Consideramos que la política de ambiente debe ser una prioridad para mejorar la vida de lxs porteñxs y en particular de lxs vecinxs de nuestra comuna”.

Cosas de Barrio intentó contactarse con funcionarios de AUSA para conocer su versión, pero sólo uno de ellos se expresó al respecto y dijo desconocer el hecho. Quien sí ofreció su testimonio fue el integrante de la MTC del Parque Avellaneda, Ernesto Barreto, quien además es licenciado en Biología, especialista en Química y Ambiente de la UBA, y director del Laboratorio de Ecología Urbana de la Universidad CAECE. “Lo que hizo AUSA está mal –sostuvo- pero ha seguido más o menos los pasos burocráticos que se requieren. Sin embargo, lo importante para nosotros es que, aunque todavía estamos analizando la situación, los árboles no merecían la extracción”. Al respecto, Barreto adelantó que pidieron una reunión con la Junta Comunal para tratar de recabar más información sobre el hecho y, paralelamente, están haciendo un peritaje en el parque, considerado el pulmón verde de la Comuna 9.

Un atentado contra el medioambiente que se repite

Esta problemática, no obstante, no es nueva. Hace poco más de dos años, a fines de mayo de 2020, sucedió un hecho similar. Por entonces, la fundadora y organizadora del grupo “Basta de mutilar nuestros árboles”, María Angélica Di Giácomo, le hizo llegar al presidente de la Junta Comunal 9, Maximiliano Mosquera Fantoni, una carta en la que solicitaba un argumento que justificara la “tala y posterior extracción de árboles añosos en el parque Avellaneda” junto al “informe del inspector de arbolado a cargo” del operativo.

En su carta –cuya respuesta aún se aguarda- Di Giácomo fundamentaba su pedido en “el carácter valioso y notable del arbolado del Parque Avellaneda, protegido tanto por la ley de arbolado urbano como por las leyes 1153/2003 y 3042/2009” y aclaraba que “si los árboles talados estaban en mal estado es, en primer lugar porque el GCABA sólo gasta presupuesto en podas mutilantes y extracciones y no en cuidado de los ejemplares; y en segundo lugar porque no se los trató adecuadamente en pos de su salvación. Los árboles no reciben el cuidado que merecen para su adecuado estado sanitario y el maltrato al que son sometidos termina por causarles enfermedades y muerte prematura”.

Más adelante, Di Giácomo recalcaba la necesidad de detener la extracción de nuevos árboles y que “los que han sido destruidos sean reemplazados por nuevos ejemplares que compensen la pérdida de biomasa, respetando las especies del diseño histórico del parque”. En ese sentido recordaba que “los árboles no se reemplazan uno a uno, ya que los beneficios ecosistémicos y sanitarios del follaje frondoso de un árbol añoso no se reemplazan con el follaje de un árbol joven recién plantado”.

Pero además, la titular de “Basta de mutilar nuestros árboles” fundamentaba su pedido en la vigencia de la medida cautelar que protege al arbolado urbano. “El Poder Judicial de nuestra ciudad avala nuestras observaciones sobre el destrozo al arbolado urbano, ya que a partir de la acción de amparo presentada por la Dra. Claudia Heras, el juez Guillermo Scheibler dictó una medida cautelar el 14 de julio de 2017 (confirmada por la Cámara de Apelaciones del Fuero Contencioso Administrativo Tributario de la CABA el 9 de noviembre de ese año) que suspende la poda y/o tala de arbolado de la Ciudad que no cumpla con los artículos 10, 11 y 12 de la Ley 3263, siempre que no mediaran situaciones excepcionales que no admitan demora”.

Qué dice la ley sobre la extracción de árboles

Según señala la Ley de Arbolado Urbano (3.263) en su artículo 15, la autoridad de aplicación podrá efectuar tareas de talas o extracciones sólo cuando el árbol esté seco y “por su estado sanitario, fisiológico o por sus condiciones físicas no sea posible su recuperación”. Asimismo, en caso de ser técnicamente imposible practicar un trasplante, según lo dispuesto en el artículo 14, la autoridad de aplicación podrá talar o extraer ejemplares sólo en las siguientes circunstancias: “para garantizar la seguridad de las personas y/o bienes; cuando impidan u obstaculicen el trazado o realización de obras públicas; por el trazado o mantenimiento de un servicio público; cuando se encuentre fuera de la línea de plantación respecto al resto de los árboles de la vereda, constituyendo un obstáculo; y cuando por su localización resulte imposible ubicar las entradas de vehículos necesarias para cumplir con los requerimientos de estacionamiento y carga y descarga dispuestos por el Código de Planeamiento Urbano”.

Por otra parte, siempre que no mediaran situaciones excepcionales que no admitan demora, la ley indica que “se deberá fijar un cartel junto al ejemplar a ser extraído o talado durante el plazo de diez días corridos, en el que se informe sobre las circunstancias que motivan la decisión, indicando las vías de contacto con la autoridad competente”.

Por entonces, los legisladores del Frente de Todos Matías Barroetaveña. María Bielli y Santiago Roberto presentaron un pedido de informes con el objetivo de comprender en profundidad los hechos ocurridos. “Los vecinos y vecinas del barrio Parque Avellaneda exponen un daño indiscriminado sobre árboles con alto valor patrimonial, cultural, histórico y natural”, indicaba la iniciativa, y añadía “los datos provenientes del censo del Gobierno de la Ciudad, actualizado en 2019, muestran que en el período 2007-2019 la biodiversidad específica del parque disminuyó un 25%”.

Sin embargo, lejos de esta realidad incontrastable, la Secretaría de Ambiente de la Ciudad junto al Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana anunció recientemente la plantación de 200 ejemplares nativos en la Cuenca Matanza Riachuelo, a la altura del Puente Alsina, y anticipó la colocación de 10 mil nuevos ejemplares en el Camino de Sirga, en lo que resta del año. Eso sí, son todos ejemplares jóvenes que demorarán varias décadas en igualar las propiedades de los añosos árboles extraídos en el Parque Avellaneda.

Ricardo Daniel Nicolini

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