El reencuentro entre burbujas, la nueva etapa de la educación en pandemia
Todo el detalle de las nuevas medidas, los cuidados a implementar y los riesgos de contagios
Por la Lic. Vanesa Aichino (*)
Durante el receso escolar de invierno, las comunidades educativas de la Ciudad de Buenos Aires recibimos la noticia de la “reunión” de las burbujas, es decir, el regreso a la sala, el grado/sección o el curso, según los niveles educativos. La ministra de Educación y el ministro de Salud refrendaron la Resolución N° 6/21 que establecía el “Protocolo para el desarrollo de clases presenciales” con modalidad plena en todos los establecimientos educativos de gestión estatal y privada de la Ciudad. Con esta normativa se abrió un nuevo capítulo en la dura novela de la pandemia, tanto en las instituciones y en las familias.
Voces a favor y en contra dentro y fuera del ámbito escolar. Directivos y docentes empezaron a organizar reuniones para armar el cronograma y la nueva modalidad cumpliendo con el protocolo que entró en vigencia. Muchas circunstancias para pensar sin dejar nada librado al azar, todo funcionando en forma sincronizada y con la precisión de un reloj suizo. La puesta en marcha del comedor en las escuelas de jornada completa provocó cimbronazos. En varios establecimientos fue necesario la colocación de filtros hepa, ya que algunos de los comedores escolares no contaban con ventilación cruzada ni salida alguna al exterior.
El nuevo protocolo mantiene los aspectos relacionados a la higiene pero presenta importantes cambios en un ítem álgido: el distanciamiento social. El docente deberá tener un mayor espacio respecto de los estudiantes y evitar la circulación por el aula, algo muy complejo de cumplir en el nivel inicial y el primer ciclo de la escolaridad primaria. ¿Cómo un maestro no va a atar un cordón? ¿Y la guía del docente para ubicarse espacialmente en su cuaderno? El personal docente y no docente deberá cumplir en todo momento con la medida de distanciamiento social determinada, es decir, estar a un metro y medio de los estudiantes.
Para el desarrollo de las clases presenciales es necesaria la aplicación de pautas generales y específicas de cada establecimiento educativo con carácter obligatorio. El ingreso y egreso al edificio escolar continuará siendo de forma escalonada, siguiendo la señalética establecida. La legislación actual continúa sosteniendo la entrada por turnos porque en todo momento se debe evitar la unión de burbujas-grado-sección-curso-sala. Esto requiere ciertos compromisos institucionales y familiares, como por ejemplo el máximo respeto a los horarios establecidos. Se deben evitar aglomeraciones en la vereda. El servicio de desayuno o merienda se repartirá apenas comience la jornada escolar.
Los estudiantes con comorbilidades, podrán exceptuarse de asistir de manera presencial a clases, debiendo presentar el certificado médico correspondiente actualizado a la fecha. Aquellos que convivan con una persona con alguna de las patologías definidas oportunamente, y que esa persona conviviente no tenga el esquema completo de vacunación Covid 19, podrán exceptuarse de asistir de manera presencial, debiendo avalar su solicitud con el certificado médico correspondiente. Se redujeron las enfermedades tomadas en cuenta. Los demás niños y niñas deberán concurrir presencialmente sino las inasistencias serán injustificadas. Para los estudiantes exceptuados se continuarán brindando alternativas remotas para garantizar la continuidad pedagógica. Deberán realizar actividades de todas las áreas ya que serán calificados en todas las asignaturas.
Es obligatorio, para el ingreso y permanencia en las aulas, el uso de tapabocas en todo momento, que debe cubrir por completo la nariz, boca y mentón y traer uno para su recambio si fuera necesario. Se deberá tomar la temperatura a todas las personas que ingresen al establecimiento educativo. No podrán tener acceso al edificio escolar aquellas cuya temperatura sea igual o mayor a 37.5 °C o presenten algún síntoma compatible con Covid como congestión nasal, decaimiento, etc. Aquí se debe apelar a la conciencia social, ya que cuando una burbuja-grado se aísle y se confirme el caso positivo, todos los alumnos deberán testearse en forma obligatoria para poder reingresar al establecimiento. Éste es un ítem sumamente importante agregado al nuevo protocolo. No se permitirá la presencia en la escuela de referentes familiares, salvo en caso de emergencia y/o en casos autorizados por el equipo de conducción.
Para el desarrollo de las clases presenciales en el aula a cada estudiante se le asignará un lugar fijo que deberá respetar y que no podrá ser modificado mientras se mantenga la emergencia sanitaria. Al comienzo de cada día el docente a cargo tomará asistencia e informará al equipo de conducción las ausencias. La institución realizará un seguimiento de los motivos de inasistencia de los estudiantes, ya que deben informarse al Ministerio de Educación las ausencias injustificadas prolongadas en el tiempo. En las escuelas con comedor los estudiantes deberán tener también un lugar fijo estableciéndose una distancia entre los grados de dos metros entre sí. Es imprescindible el lavado de manos previo y posterior a la ingesta de alimentos, como también al volver a las aulas después del recreo.
Cada institución establecerá el cronograma de recreos, clases y turnos de comedor según sus propias características y necesidades, como también los espacios habilitados. Durante los descansos los estudiantes se irán a los patios o lugares destinados para el mismo por turnos, evitando el contacto con otros grupos burbujas. Los alumnos y alumnas deberán procurar no compartir ningún tipo de elemento personal, tales como útiles, libros, elementos de protección, entre otros, y trasladar desde el hogar a la escuela sólo aquello que sea mínimo e indispensable para el desarrollo de la jornada escolar. El protocolo quita el distanciamiento al interior de cada grado/sala/curso pero remarca la importancia de no mezclarse las burbujas entre sí.
Comenzamos a escribir una nueva etapa con muchas dudas, temores, expectativas y con la misma convicción de cuidar siempre a nuestros estudiantes. Es indispensable la colaboración familiar para conversar con los niños y niñas buscando concientizar para evitar el contacto físico de todo tipo. Deben extremarse las medidas para cuidarse y cuidarnos y evitar así interrupciones en el normal desarrollo de las clases. Es el momento en que mayor diálogo debe haber entre todos los integrantes de la comunidad educativa. Se requiere de la participación y atención de cada uno atendiendo a no enviar a los niños si presentan algún síntoma aunque sea leve o si la sintomatología se presentara el día anterior. Una labor que, sin dudas, es responsabilidad de todos.
(*) Aichino es licenciada en Educación y directora de la Escuela 4 D.E. 20 “Félix de Olazábal”, de Lisandro de la Torre y Ramón Falcón.
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