Periódico zonal del Barrio de Liniers para la Comuna 9
April 27, 2024 6:35 am
Cosas de Barrio

Liniers: abandonan a sus dos hijas pequeñas a la vera de la General Paz

Las niñas de 2 y 4 años fueron encontradas por la policía cuando intentaban cruzar la avenida, a metros del cruce con Ibarrola. Tras ser asistidas por el SAME fueron trasladadas al Santojanni donde se constató que estaban en buen estado de salud. Sus progenitores declararon que las abandonaron porque no podían hacerse cargo de las niñas. Ambos están detenidos por “abandono de persona agravado por el vínculo”.

El calor agobiante de la tarde del miércoles 10 de marzo ya era un recuerdo y las luces de la avenida comenzaban a vestir de noche ese confín del barrio, justo allí donde Ibarrola se rinde a los pies de la General Paz. Una mujer corriendo en contramano sobre el asfalto de la colectora, alertó a dos policías que patrullaban la zona. Pero el desconcierto fue mayor cuando notaron que, sobre terraplén de la avenida, dos pequeñas intentaban cruzar hacia Provincia. Mientras uno de ellos se apuraba a detener la marcha de la mujer, suponiendo que estaría en peligro, el otro se acercó a las niñas para asistirlas.

Las pequeñas –dos hermanas de 2 y 4 años- se encontraban desorientadas en medio de la oscuridad, preguntaban por su mamá, y al ver a la mujer que se acercaba junto al otro policía, la más grande la señaló y dijo “esa es mamá”. La mujer, sin embargo, intentó desentenderse. Con dificultades notorias para articular palabras, alcanzó a decir que las conocía pero que no era su madre, sino su tía. Pero ante la angustiante mirada de las pequeñas, la joven de 21 años se quebró y terminó admitiendo delante de los uniformados que se estaba yendo del lugar tras haber abandonado a sus dos hijas, porque no podía hacerse cargo de ellas. Poco después se presentó el padre, de 28 años, y declaró lo mismo.

Al tomar conocimiento de los hechos, la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°40, a cargo del Dr. Matías Michienzi, dispuso la detención de la pareja, de nacionalidad boliviana, por el delito de “abandono de persona agravado por el vínculo”, cuya pena oscila entre los cinco y quince años de cárcel. Además, dio intervención al Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes, para resguardar a las dos pequeñas.

El futuro de las criaturas

Para que esta historia –que bien podría haber terminado en tragedia- tuviera un final feliz, resultó imprescindible la actuación del oficial Ledesma, de la Comisaría 9B de la Policía de la Ciudad. Luego de tranquilizar a las niñas, y mientras se comunicaba con el SAME, les ofreció alfajores y algo de beber.

La cadena solidaria se prolongó luego con la presencia de los profesionales de salud, quienes trasladaron a las hermanitas en ambulancia al hospital Santojanni, donde constataron que ambas estaban en buen estado de salud y no mostraban signos de abuso ni de violencia.

La Dra. María Sol Quintás, médica del SAME que fue la primera en brindarles atención a las niñas, dijo “desde el punto de vista clínica las encontré bien, pero estaban muy sucias y descuidadas. La más chiquita tenía la mamadera sucia. La mayor me contó que vivía con la abuela porque la mamá tomaba cerveza”.

En línea con el testimonio de Quintás se expresó el subdirector del Santojanni, Dr. Gabriel Carqueijeda. “Las niñas estaban sucias y desprolijas pero a simple vista no tenían golpes ni lastimaduras”, precisó, y resaltó que las habían encontrado “casi cuando cruzaban solas la General Paz” por lo que el desenlace podría haber sido una tragedia. Carqueijeda señaló además que, apenas tomaron contacto con las hermanas activaron un protocolo de contención habitual para estos casos y que ambas recibieron asistencia del equipo de trabajadoras sociales y psicólogas del hospital.

Según confirmó el profesional, las niñas permanecerán internadas en el área de Pediatría hasta tanto la Justicia decida los pasos a seguir.

Según se supo, en horas de la madrugada del jueves 11 de marzo se acercó al hospital de Liniers la abuela materna de las nenas. Luego de identificarse como tal, los médicos accedieron a que tomara contacto con sus nietas. Si bien la Dra. Quintás las vio tranquilas con su abuela, cree que la señora “desconoce la situación judicial que se va a desenlazar”. En ese sentido, contó que la mujer le dijo que se volvería a la casa con las niñas y ella le advirtió que eso lo debía disponer el juez. “Noto que se puede hacer cargo de las nenas –explicó la médica- relata bien las cosas y es consciente de la enfermedad de la madre de las nenas. Me dijo que su hija tomaba, que quería conseguir un psiquiatra o una psicóloga y que no lo había podido lograr”.

Y aunque esta historia sorprenda por la singularidad de los ribetes que la destacan, la Dra. Quintás aseguró que “lamentablemente, acá en el hospital tenemos un promedio de tres o cuatro casos de este tipo por año”. Y como conclusión, agregó “ésta historia, al menos, tuvo un final relativamente feliz”.

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