Periódico zonal del Barrio de Liniers para la Comuna 9
October 3, 2024 8:01 pm
Cosas de Barrio

Mataderos, el barrio sin picaportes

Aunque ya parece ser un delito generalizado, el mayor robo de bronce se concentra en esta zona de la Ciudad

De un tiempo a esta parte, el robo de piezas de bronce se ha convertido en una constante en los distintos barrios porteños. Medidores de agua, placas de porteros eléctricos y buzones de edificios, se transformaron en los objetos más deseados por los amigos de lo ajeno. Sin embargo, en este último tiempo hubo uno que fue el blanco predilecto de los ladrones: los picaportes de las puertas, ya sea por la facilidad para extraerlos y el mayor peso que supone un mayor rédito en la reventa. Y en este rubro puntual, un sector del barrio de Mataderos viene liderando las alarmantes estadísticas. Se trata de la zona comprendida entre José León Suárez y Cosquín, hacia ambos lados de la avenida Directorio. Allí existen cuadras enteras en las que observan más de una docena de casas vandalizadas, cuyas puertas de entrada carecen de picaportes.

“Esta es la segunda vez que me lo roban. La primera vez volví a colocar un picaporte de bronce nuevo que me duró una semana, y ahora estoy viendo de poner alguno básico de aluminio, para ver si me dura un poco más”, comenta desesperanzado Miguel, vecino de Carhué al 2300. Reponer un manijón de bronce exige un esfuerzo para el bolsillo. Uno básico ronda los tres mil pesos y aquellos de época no bajan de los doce mil.

Son varios los vecinos que les adjudican estos robos a “una banda de pibes que viven todos juntos y, por las noches, salen a robar”. Susana, vecina de Tandil al 6800, infiere, incluso, que “lo hacen para luego venderlos en el mercado negro y utilizar ese dinero para acceder al consumo de sustancias”.

Varios videos registrados por las cámaras de seguridad de la zona, muestran el modus operandi utilizado habitualmente: de madrugada, uno solo, sin hacer ruido y con una gran rapidez, camina las cuadras arrasando con los picaportes de bronce que se crucen a su paso.

Los más buscados son los de aquellas construcciones más viejas, de principios del siglo XX, cuyos detalles en bronce formabanparte esencial de la fachada. Por entonces, el bronce se usaba en el marco de los buzones, en timbres, en picaportes en forma de pomo. También en la base de las puertas, habitualmente de dos hojas, y en otros detalles, como flores de lis, puntas de lanza o aldabas (llamadores). Para verificar esta creciente tendencia delictiva, sólo hay que salir a caminar y mirar con atención este tipo de frentes para darse cuenta de que, en muchos casos, ya no quedan rastros de este tipo de detalles. En algunos frentes fueron reemplazados por otros materiales metálicos de menor valor o simplemente no fueron repuestos.

En coincidencia con la mirada de los vecinos que son víctimas de esta modalidad delectiva, desde el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires aseguran que detrás del robo del bronce no hay bandas organizadas, sino personas que roban por mera subsistencia. “Tenemos constantemente detenidos por este delito, considerado como ‘tentativa de robo’. Pero en 48 horas, o menos, quedan en libertad y reinciden”, explican.

En general, los detenidos suelen llevar entre sus ropas o en mochilas lo que roban “y los elementos rudimentarios que usan para extraerlos, como palancas de hierro y destornilladores”, cuentan desde el Gobierno porteño. En lo que va del año ya hubo más de 70 personas detenidas por este delito.

En ese sentido, informan que “en los últimos dos años se han realizado distintos procedimientos en depósitos o comercios que compran metales,logrando dar con muchas piezas de bronce y cables robados”. En la actualidad, esos comercios están pagando alrededor de mil pesos el kilo de bronce.

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