Periódico zonal del Barrio de Liniers para la Comuna 9
April 18, 2024 2:55 pm
Cosas de Barrio

El día en que un parque de la General Paz se transformó en la Feria de Liniers

El recuerdo vívido del paisaje barrial, en los albores de la década del 60’

Por Daniel Aresse Tomadoni (*)

Los que nacimos y vivimos en el barrio, gozamos del enorme placer de disfrutar la naturaleza a pleno, gracias a sus parques y sus plazas. En cualquier estación del año, aquellos variados espacios verdes -al igual que la calle- eran nuestro “segundo hogar”, ya que pasábamos horas enteras allí disfrutando con los amigos. Ni que hablar de los juegos, con los trapecios, los subibajas y esos enormes toboganes de madera por los que nos deslizábamos con el flequillo al viento ¡Y las hamacas! Que eran un imán para nosotros, en las que competíamos en hamacarse lo más alto posible o practicar caídas libres cuando la hamaca estaba en pleno balanceo. Algunos intrépidos, incluso, trepaban las enormes y altas sombrillas ubicadas en los extremos de estos parques que contaban con un arenero debajo. Todo era tan simple y grato en esos días inolvidables de nuestra niñez en el barrio…

Recuerdo con exactitud aquel mediodía en que, después de regresar del jardín de infantes, se me ocurrió ir con una vecina al parque de la avenida General Paz, que se ubicaba sobre el lado de Liniers, entre Humaitá y Ventura Bosch. Grande fue mi desazón al ver que mientras desarmaban los juegos, en la otra punta del parque una enorme aplanadora, en su tarea de asfaltar el predio, aplastaba sin piedad nuestro lugar de esparcimiento y felicidad. Sólo había quedado como único testigo aquella enorme sombrilla metálica.

Con mis 4 años de ese entonces no podía entender qué estaba sucediendo y porqué desaparecía ese, nuestro parque de juegos, el mismo donde mis padres me tomaron mis primeras fotos, aun siendo bebé. Mi vecina me convenció que no era el único parque (era verdad, aún seguirían en pie muchos años los otros dos “del lado provincia”, más las plazas del barrio) y que no me hiciera problema, porque allí se mudaría la Feria que se situaba sobre la actual colectora entre Ibarrola y Ramón Falcón.

Para paliar mi angustia y mis lágrimas, mi buena vecina me invitó a tomar un helado a la recordada heladería “Vecchio”, de la calle Montiel, donde los helados de limón, pistacho y ananá eran espectaculares. El calendario marcaba los comienzos del caluroso marzo de 1961.

Hoy son parte de los recuerdos del “Liniers que yo viví”. Gracias por permitirme compartirlos con ustedes. Hasta la próxima.

 (*) Aresse Tomadoni es director general de Multinet (Radnet/La Radio, El Viajero TV, Club de Vida TV)

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