La obra del gran Tomás Ditaranto vuelve a exhibirse en Liniers

El maestro Tomás Ditaranto, considerado uno de los grandes artistas visuales ítalo argentino del siglo XX, gestó su obra en su atelier de los pasajes de Liniers. En el marco del cincuentenario de la única edición polilingüe del Martín Fierro, que el maestro Ditaranto se encargó de ilustrar, volverá a exhibirse parte de la obra del reconocido artista plástico en su querido barrio de Liniers, donde una plazoleta lleva su nombre. La cita es este viernes 5 de mayo en la Casa de Cultura de Liniers.

Sin lugar a duda, uno de los principales referentes de la pintura que ha dado el barrio de Liniers, es Tomás Di Taranto. El destacado artista plástico, nacido en febrero de 1904 como Tomasso Ditaranto, en Montescaglioso, un municipio situado en Matera, en la región de Basilicata (Italia), llegó con su familia a la Argentina cuando apenas tenía 2 años. Poco después, los Di Taranto se instalaron en los pasajes de Liniers, donde el colosal artista -gran amigo de Quinquela Martín- forjó gran parte de su obra. Como su padre, el joven Tomasso aprendió el oficio de herrero, pero en 1917, con 13 años, fue admitido en la Academia Nacional de Bellas Artes bajo la dirección de Pio Collivadino, Antonio Alice, Emilio Centurión y Roberto Rossi, de donde egresó diez años después, con el título de profesor de diseño y pintura.

En 1929 se casó con María del Carmen Brindesi y juntos se instalaron en Las Mil Casitas de Liniers, más precisamente en el pasaje El Trébol 6874, donde nacieron los dos hijos del matrimonio: Hugo -discípulo del gran Elías Castelnuovo y referente de las letras linierenses- y Haydée.

Además de desempeñarse como docente de la Academia Nacional de Bellas Artes, a partir de 1945 Ditaranto viajó por las provincias del noroeste del país. Sentía una gran atracción por las costumbres y los paisajes argentinos. Gracias a esa afición y a la maestría de sus trazos, fue seleccionado para ilustrar la extraordinaria edición polilingüe del Martín Fierro, publicada en cuatro idiomas en 1973.

Pero además hizo múltiples publicaciones de ilustraciones en partituras, revistas, diarios, almanaques, tarjetas de navidad, libros, bonos y billetes de lotería. También fue colaborador de “Caras y caretas”, “Atlántida” y “El hogar”.

En 1950, Ditaranto participó en las muestras “24 pintores argentinos” y “50 años de pintura argentina”, en el Museo Nacional de Bellas Artes. Hasta 1983 pintó con avidez, tenía necesidad de dejar testimonio de todo lo que veía. El paisaje y el hombre fueron sus metas artísticas en aquellos años. 

A lo largo de toda su trayectoria, el maestro Tomás Ditaranto realizó 261 exposiciones en América y Europa, 14 importantes viajes internacionales y recibió numerosos premios y distinciones.

Ditaranto, actualiza su vigencia binacional como un importante puente cultural entre la región de la Basilicata en Italia y su corriente migratoria en la Argentina. Con ese impulso, en el Círculo Italiano de Buenos Aires se realizó el año pasado la gran exposición perteneciente al proyecto “Tomás Ditaranto, el artista de los dos mundos”.

En la actualidad, las ciudades de Buenos Aires y Montescaglioso le rinden homenaje con dos plazoletas que llevan su nombre. La nuestra se ubica en su querido barrio de Liniers, más precisamente en la intersección de José León Suárez y Humaitá. Además, en la Casa de la Cultura de Liniers, se encuentra un busto en su honor realizado por el prestigioso escultor ítalo-argentino -y vecino de Mataderos- Orio Dal Porto.

Sus obras se lucen en museos de Italia, Grecia, España, Argentina, Brasil y los Estados Unidos. Y en 1973 se crearon tres salas dedicadas exclusivamente a Ditaranto en el Museo Epeo, de Nocara, Italia. Asimismo, próximamente se inaugurarán las salas con su nombre en el Museo dell Emigrazione en Castello di Lagopesole Potenza, región de la Basilicata.

Fallecido el 29 de agosto de 1985, Tomás Ditaranto dejó como legado su inconmensurable obra. Parte de ella será expuesta este viernes 5 de mayo desde las 18 en la Casa de la Cultura de Liniers (Pieres 226, a metros de Tonelero) en el marco del cincuentenario de la única edición polilingüe del Martin Fierro de José Hernández, que fuera ilustrada por Ditaranto. Y un dato más: la curaduría de las obras expuestas corre por cuenta de los nietos del artista, la Dra, Adriana Tarulla y el homónimo Tomás Ditaranto. Un sentido homenaje, que vale la pena disfrutar.