Liniers cumplió 150 años y el barrio entero ya comienza a paladear los festejos

La celebración se extenderá a lo largo del 2023 con una serie de actividades para todos los vecinos

El domingo 18 de diciembre pasado, mientras un país entero rebalsaba de felicidad y algarabía tras coronarnos campeones mundiales en Qatar, los vecinos de Liniers le sumaron un aditamento a los festejos: el 150° aniversario de este entrañable barrio del oeste porteño. Es que ese mismo día pero de 1872, las hermanas de la Casa de Ejercicios sugirieron que la futura estación –que se inauguraría oficialmente dieciséis años más tarde y que por entonces era sólo un apeadero- llevara el nombre del héroe de las Invasiones Inglesas, por haber sido un permanente benefactor de esa congregación religiosa.

Esa feliz coincidencia –que unos días antes era apenas una posibilidad- obligó a rediseñar el cronograma de festejos que será una megacelebración distribuida durante todos los días 18 de cada mes del 2023, de manera de convocar a todos los integrantes de la comunidad barrial con diversas actividades sociales, culturales, artísticas y deportivas.

Para ello se conformó una comisión de festejos integrada por representantes de diversas instituciones locales, entre las que se encuentra la Junta de Estudios Históricos del barrio de Liniers, el Club Atlético Vélez Sarsfield, la murga Los Pizpiretas de Liniers, la Orquesta Típica Liniers y el periódico Cosas de Barrio, con la participación activa de los integrantes de la Junta Comunal 9. Próximamente se sumarán también el Distrito Escolar 20, el Centro de Comerciantes de Liniers y representantes de clubes, centros de jubilados sociedades de fomento locales.

Sin embargo, para que la fecha no pasara desapercibida en pleno fervor mundialista, el viernes 16 de diciembre tuvo lugar un festejo inaugural y anticipado, con la realización de una milonga en el Salón de los Espejos, del polideportivo de Vélez Sarsfield. La velada tanguera contó con la valiosa participación de la Orquesta Típica Liniers, que dirige el maestro Diego Pirrone, que se lució con un repertorio en vivo que bailó y disfrutó toda la concurrencia. Por su parte, la pareja de baile integrada por el linierense José Luis Ferraro y la japonesa Rika Fukuda, ofreció una clase abierta de tango y milonga, y se llevó, junto a la orquesta, todos los aplausos.

Un rato antes, la Junta de Estudios Históricos de Liniers premió a los ganadores de su tradicional concurso literario anual y convocó a los escritores al nuevo certamen a desarrollarse en 2023, en el marco de los festejos por el 150° aniversario del barrio.

Al día siguiente, el sábado 17 de diciembre, el Frente de Todos local trasladó la celebración a la plaza Martín Irigoyen, de Larrazábal y Caaguazú, donde tuvo lugar un festival al aire libre para toda la familia, del que participaron La Kolla Records, Madison Blues, Tomi y la murga La Irregular, entre otros. Además, hubo juegos infantiles, feria de emprendedores (la 30.000 y feria migrante) y muchas sorpresas. Sobre el cierre del encuentro se hizo entrega de un reconocimiento a clubes de la zona.

Un 2023 a puro festejo linierense

Ante la coincidencia de fechas entre la final del Mundial y el aniversario de Liniers, el presidente de la Junta Comunal 9, Maximiliano Mosquera Fantoni, propuso que los festejos por el 150° aniversario del barrio, se proyecten a lo largo de todo el año 2023, con una celebración puntual los días 18 de cada, a partir del 18 de febrero.

De esta forma, fueron varias las propuestas que la Comisión de Festejos echó a rodar, entre las que se cuentan las siguientes: un espectáculo artístico musical en la vía pública, con la participación de destacadas figuras de la música popular oriundas de Liniers, tales como Pedro Aznar, Marilina Ross, Darío Volonté, Silvestre, Gustavo “Cucho” Parisi y Omar Calicchio, entre otros.; la realización de la media maratón de Liniers, con un circuito que recorra los puntos más emblemáticos del barrio; concursos literarios y de manchas; exposiciones plásticas y fotográficas; un partido de fútbol en el Amalfitani entre Vélez y Liniers: carrera de bicicletas y embolsados; milongas y peñas folklóricas; olimpíadas linierenses con los alumnos de los colegios del barrio; torneo de burako para los jubilados y otras tantas propuestas que se irán sumando en encuentros sucesivos, cuyas fechas se irán confirmando a la brevedad.

En principio, el 18 de febrero próximo el festejo estará centrado en el corso de Liniers, a desarrollarse en la tradicional esquina de la plaza Sarmiento (Tuyutí y Cosquín) donde tendrá lugar una celebración especial ya que, más allá de las murgas, subirán al escenario distintas atracciones musicales, con la coordinación de Los Pizpiretas de Liniers.

Por otra parte, la Junta Comunal, con el apoyo de la Junta de Estudios Históricos, colocará dos placas alegóricas: una en homenaje a los 150 años del barrio (que podría ubicarse en la Estación Liniers o en la esquina donde funcionó la vieja pulpería La Blanqueada, en Rivadavia y José León Suárez) y otra en recuerdo a la primera maestra de Liniers, sobre el boulevard de Larrazábal.

En todos los casos, será fundamental la presencia de los vecinos, para que esta celebración refuerce el sentido de pertenencia y que Liniers siga siendo para muchos de ellos, su lugar en el mundo.

Ricardo Daniel Nicolini

Los orígenes de un barrio signado por las vías del tren Igual que tantos otros barrios y localidades, Liniers es hijo directo del ferrocarril. La historia cuenta que el 19 de enero de 1872, el acta de directorio de la empresa ferroviaria, entre otras disposiciones, otorgaba al señor Francisco Sosa la autorización para instalar una pequeña estación en una manzana de su propiedad, que debía donar a favor del ferrocarril. Tal documento especificaba que corrían a cargo de Sosa los sueldos del jefe y del peón que cumplirían tareas en aquella estación. Así, el 18 de diciembre de 1872, las autoridades ferroviarias convinieron que la estación fuera denominada Liniers. Durante casi tres lustros funcionó allí el servicio de cargas, para comenzar recién con el de pasajeros el 1° de noviembre de 1887. La causa de la elección del nombre del héroe de la Reconquista no está justificada en ningún acta, de allí el subimiento de distintas versiones. Algunos sostienen que a esta zona había llegad Liniers tras ser derrotado por los ingleses, el 2 de julio de 1807. Permaneció esa noche en el rancho del cochero Castro y, desde aquí, con sus hombres y una nueva caballada, partió hacia el centro de la ciudad a colaborar con la defensa de Buenos Aires. Otros aseguran que fue la Casa de Ejercicios Espirituales de las religiosas, junto a la entonces capilla de San Cayetano, el lugar elegido por Liniers como refugio transitorio hasta su definitiva partida hacia Córdoba, en 1809. Asimismo, cerca de donde se encuentra actualmente la Estación, poseía una importante finca la familia Sarratea, parientes directos de los hijos de Liniers. De allí que hay quienes sostienen que bautizaron al flamante apeadero así para congratularse con los descendientes del héroe de la Reconquista. Sin embargo, la versión que cuenta con más sustento asegura que las pioneras del lugar, las hermanas de la congregación Hijas del Divino Salvador, pidieron a las autoridades ferroviarias que la nueva estación llevara el nombre de Liniers, en agradecimiento a que éste, cuando fue virrey, les cedió la manzana donde aún hoy se encuentra la casa más antigua de ejercicios espirituales del país, sobre la avenida Independencia. Esa cofradía religiosa había recibido un predio en el actual Liniers Norte, donado generosamente por Mercedes Córdoba hacia 1830, donde la congregación asumió la fundación del Colegio San Cayetano, el 30 de septiembre de 1875. Como sea, la creación del apeadero y posterior estación está considerada como el acontecimiento fundacional del barrio de Liniers. Un barrio que, paradójicamente, ciento cincuenta años más tarde, no incluye en su geografía ningún busto que perpetúe la figura de quien tomó su nombre.