Periódico zonal del Barrio de Liniers para la Comuna 9
April 20, 2024 4:41 am
Cosas de Barrio

Lo escuché en el Yotivenco – Febrero 2021

En marzo, Vélez y Chicago elegirán presidente

Con la pandemia como inexorable telón de fondo, las elecciones en los clubes porteños continúa dilatándose y ni Vélez ni Chicago -cuyas autoridades debían renovarse en noviembre y diciembre pasado, respectivamente- constituyen la excepción. Al cierre de esta edición, todo indica que la fecha estipulada para los comicios en el club de Liniers es el sábado 27 de marzo cuando, en principio, se enfrenten en las urnas el actual mandamás fortinero, Sergio Rapisarda, que irá por la reelección, y Eduardo “Lalo” Rado, por la oposición. No obstante, no se descarta que en el interín se sumen uno o dos candidatos más. Por el lado de Chicago, la lupa está puesta en el domingo 7 de marzo, aunque se especula con una nueva postergación. Allí también el actual presidente, Germán Kent, irá por su reelección y se enfrentará en las urnas con la alianza de unidad que aglutina a la oposición, y que lleva como candidato al secretario general de ATE Capital, Hugo Bellón, acompañado por Ricardo “Pana” Sosa. 

Aunque tenía el ascenso en el bolsillo, Liniers se quedó con las ganas

El Club Social y Deportivo Liniers, que milita en la Primera División D del fútbol argentino, desperdició tres chances inmejorables para ascender de categoría y ahora el conjunto nacido en el barrio en la década del 30’ -que tiene su estadio en Villegas, Partido de La Matanza- deberá esperar un año más para renovar sus esperanzas. Todo estaba dado para que el sueño del ascenso de Liniers se convirtiera en realidad en un abrir y cerrar de ojos. Al momento del parate futbolero por la pandemia, la Topadora del Oeste ya ostentaba el título de campeón del Apertura, por lo que en caso de revalidar el logro en el Clausura ascendería directamente a la Primera División C. Para lograrlo debía vencer el 12 de enero en la última fecha y en condición de local a Sportivo Barracas, pero el nerviosismo les jugó una mala pasada a los dirigidos por Damián Troncoso y la placa final decretó un 0-2 a favor de la visita. Cuatro días más tarde, una nueva oportunidad parecía tenderle la alfombra al Celeste para sentarse a la mesa del próximo torneo de Primera C. Para lograr su cometido debía ahora –nuevamente como local- igualar, al menos, ante Claypole, el flamante campeón del Clausura. Tal vez por eso Liniers planteó el partido con un esquema muy conservador apostando un pleno al empate, objetivo que estuvo a punto de alcanzar pero que se vio dilapidado un par de segundos del final del encuentro: cuando el cuarto minuto de descuento agonizaba, Luna derribó en el área al centrodelantero del elenco del sur y acto seguido el penal se transformó en el gol que le daba el ascenso a Claypole y volvía a postergar las ilusiones de Liniers. Pero aún quedaba una chance más. El Celeste se sumaría en la instancia de semifinales al torneo Reducido por el segundo ascenso. Así fue que recibió –una vez más en su estadio de Villegas- a Atlas; el ganador definiría en la final el nombre del segundo club ascendido. Sin embargo, una vez más Liniers dejó pasar el tren. Esta vez el partido concluyó en un insípido cero a cero y la balanza de los penales se inclinó a favor del visitante. Vale destacar que, a diferencia de lo demostrado a lo largo de toda la temporada, en los tres encuentros decisivos Liniers no logró marcar un solo gol. El corolario de la frustración fue la renuncia del cuerpo técnico comandado por Damián Troncoso. Será momento entonces de barajar y dar de nuevo, para tratar de que el equipo surgido en las entrañas del barrio, que hasta mediados de los 70’ supo tener su estadio en el cruce de las avenidas General Paz y Juan Justo, pueda renovar sus sueños de ascender de categoría para volver a ubicarse en la C, tras cuatro años de postergaciones anclado en la quinta categoría del fútbol argentino.

Topadora topada. El Celeste de Liniers estuvo a segundos de concretar el ansiado ascenso, y ahora tendrá que afrontar una nueva temporada en la última categoría del fútbol argentino.

El club Larrazábal celebró su 75° aniversario

Fundado el 13 de enero de 1946, el Club Larrazábal –con sede en Larrazábal 829, Liniers- acaba de cumplir sus primeros 75 años de labor comunitaria. En sus orígenes, la entidad se inició con la práctica de bochas y boxeo, y luego fue mutando con la apertura de otras actividades destinadas a las mujeres. Por entonces, el club era también el ámbito de reunión para jugar a las cartas y tomar algo. Pero además, en el club Larrazábal tocó por primera vez La Renga, hace 35 años, y así lo recuerda el mural y la placa que se observa en la entrada. A partir de allí, la entidad cobró un perfil cultural, con la apertura de talleres de música, pintura, poesía, cine y teatro, con funciones abiertas al público en general, a precios muy bajos y muchas veces a la gorra. También se destaca su costado social: el año pasado fue sede del primer encuentro de la Economía Social en la Comuna 9, y los sábados funciona un nodo de “Comercio Justo” en el que se ofrecen frutas, verduras y otros productos comestibles. Y aunque la pandemia haya obligado a limitar muchas de sus actividades, el compromiso social que caracteriza a esta pujante institución de Liniers sigue más vigente que nunca: los sábados a la tarde entregan bolsones de alimentos para que retiren en forma gratuita quienes más los necesiten. En síntesis, un ámbito de encuentro que aglutina a los vecinos, allí donde Liniers se empieza a vestir de Mataderos.

Los 80 de Juancito

El 1° de febrero pasado, el querido Juan Rolandelli, celebró en familia sus primeros 80 almanaques. Oriundo de San Nicolás, Juancito se radicó en Liniers en su adolescencia, cuando llegó al barrio con su madre y las valijas llenas de ilusiones, para radicarse definitivamente entre el paisaje de Las Mil Casitas y comenzar un affaire eterno con la V azulada. No tardó en rodearse de amigos y sumarse a la barra con la que compartiría momentos inolvidables. Por las tardes, luego de merendar el “nes de leche” nicoleño, solía adiestrar la gola en la academia de canto de Marina, donde repitiendo el mantra con la palabra “mooono”, intentaba emular a su admirado Edmundo Rivero. Con su vozarrón tanguero y su porte de galán –que hoy conserva intactos- no tardó en conquistar el corazón de Mirta Corti, el amor de su vida. Juntos hoy atesoran 48 años de casados y dos hijos, Bettina y Gustavo, quienes –con la inestimable colaboración de sus parejas, Andrés y Cecilia- les regalaron cuatro hermosos nietos (Victoria de 7 años; Antonella, de 6; Santiago, de 5 y Valentina, de 3). Juan les transmitió su pasión por Vélez a su hijo y a su nieto varón, y en cada partido del Fortín sufren y disfrutan a la par. Aunque la pandemia obligó a suspender el gran festejo que su familia le tenía preparado, el flamante octogenario (¡cuac!) estuvo rodeado por el cariño de sus seres queridos ¡Feliz cumple Juancito, y que cumplas muchos más!

Felicidad compartida. A pura sonrisa celebró Juan Rolandelli sus jóvenes 80 almanaques. Aquí junto a Mirta, con quien comparte 48 años de matrimonio, dos hijos y cuatro nietos ¡Felicidades Juancito!

Pesar por la partida de Yolanda Rubín

Días pasados recibimos la triste noticia que informaba la partida de Yolanda Rubín, la entusiasta escritora oriunda de Liniers, que desde hacía algunos años estaba radicada en San Carlos de Bariloche. Tenía 86 años y su deceso se produjo el 6 de septiembre último. Yolanda había forjado su pasión por las letras de la mano de una verdadera referente del barrio y del lunfardo, Amalia Lavira, quien la impulsó además a integrar el “Grupo literario Utopías”, símbolo de las letras en Liniers, su querido barrio. Desde entonces publicó dos libros, a los que tituló “Lundardeando con mi verseada”, en los que incluye varios de sus poemas contaminados por el sabor del lunfardo. Además colaboró en diversas antologías poéticas y supo también publicar sus glosas en estas páginas. Yolanda vivía en Rivadavia, cerca del límite con Villa Luro, pero en 2004 decidió vender su departamento para radicarse en Bariloche, de manera de poder estar cerca de su hija Carina y de sus nietos. Allí logró hacer crecer su labor literaria, al punto de ser considerada un sinónimo del lunfardo, justo donde la nieve le gana al empedrado.

“Fue alumna del taller literario que yo coordinaba cuando creamos el grupo Utopías. Su pérdida genera un vacía muy grande en la poesía lunfarda, Yolanda fue una persona grandiosa, muy querida y trabajadora”, expresó Amalia Lavira al enterarse de su partida. Vayan nuestro recuerdo eterno para la querida Yolanda, y el respeto para sus hijos, Raúl y Carina, y para sus nietos, que en sus últimos años eran los encargados de dibujarle una sonrisa.

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