Periódico zonal del Barrio de Liniers para la Comuna 9
April 26, 2024 5:06 pm
Cosas de Barrio

EL DÍA QUE LA TELEVISIÓN LLEGÓ AL BARRIO

El recuerdo de aquella época en la que la imaginación de la radio comenzaba a resumirse en una pantalla en blanco y negro

Por Daniel Aresse Tomadoni (*)

Recuerdo a la perfección cuando el cielo de Liniers comenzó a poblarse de antenas. Tendría 5 o 6 años pero esa imagen la conservo intacta. Mi cuadra, la cortada Boquerón en los años 50’, ya con todas sus viviendas construidas, conformaba una barriada de clase media “laburadora”, con un trato amable entre los vecinos. Cierto día, algunos años antes de mi nacimiento, me contaron que en la casa vecina a la mía, una extraña torre emergió de su azotea. En la parte superior portaba una antena tipo Yagui o “parrilla”, como le decían.

Luego vino la sorpresa de la cuadra: había llegado la televisión. Eran los primeros años de Canal 7 y nuestro vecino de al lado había regresado al país desde Venezuela (que también tuvo televisión para esos años) con un Zenith “portátil” que pesaba toneladas.

Sin dudas fueron los primeros en gozar el privilegio de tener  televisión y ser la envidia de muchos de la cuadra. Demás está decir que en ese entonces, si bien Liniers al ser un terreno alto y permitía llegar la señal todavía con poca potencia de la única emisora, eran pocos los que poseían un televisor en su hogar, exceptuando aquellos que se veían en algún bar o casa de artículos para el hogar.

Claro que la casa de nuestro vecino Salvador, se veía invadida por el vecindario cuando se transmitía algún espectáculo deportivo, llegando incluso a colocar el aparato en la ventana del living para que la muchedumbre pudiera chusmear desde la calle esas transmisiones imperdibles. Incluso muchos concurrían con sus banquitos plegables para disfrutar cómodos la velada deportiva, y hasta se animaban a traer y compartir algún refrigerio, convirtiéndose en un verdadero pic nic ante la desesperación de Irma, la mujer de Salvador, que velaba por la integridad de su magnífico jardín, que terminaba todo pisoteado y con alguna planta rota.

Pero con el correr de los años, a mediados de los años 60’, el cielo de la cortada Boquerón se pobló de antenas y de a poco cada uno tuvo su aparato. Entonces, esos momentos compartidos entre gritos de goles, carreras de autos y peleas de box, fueron desapareciendo de a poco. Nacía así la competencia vecinal en aparatos (todos enormes) y el barrio volvía a su normalidad. Claro que la televisión comenzó a ser parte de sus vidas como un integrante más de la familia ¡Hasta la próxima!

 (*) Aresse Tomadoni es director general de Multinet (Radnet/La Radio, El Viajero TV, Club de Vida TV)

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