Un club de barrio con alma fierrera
A comienzos de 2017, la esquina de Miralla y Acassuso volvió a vibrar al ritmo del deporte y la cultura. Desde entonces, el enorme galpón en el que a fines de los años 60’ se se ensamblaba el histórico Torino, se convirtió en la sede del Club Social Torino Argentino, que hoy reúne a cientos de vecinos.
Hasta hace algunos años, la esquina de Miralla y Acassuso estaba dominada por un galpón despintado, tan desolado como silencioso. Una enorme cáscara vacía que resguardaba historias del pasado. De tanto en tanto, apenas se escuchaba el pique de una pelota en la cancha de pádel que funcionaba en el primer piso. Hoy el galpón sigue dominando la esquina, pero en su interior volvió a sonar el eco de risas y palabras, para que nuevas historias vuelvan a latir en ese rincón del barrio de Liniers.
La aventura de recuperar ese espacio se inició a fines de 2016. “Sabíamos que acá había funcionado un club, pero que el lugar estaba cerrado desde hacía varios años. Así que empezamos a movernos para averiguar de quién era el predio y cómo podíamos recuperarlo. Para entonces sólo funcionaba una canchita de pádel arriba, el resto estaba todo abandonado desde 2003. Era Kosovo en Liniers. Nos costó dar con el dueño del terreno hasta que finalmente lo ubicamos y logramos convencerlo de que podíamos recuperarlo para abrirlo como club, al barrio y sus vecinos”, cuenta Facundo Salmón, actual secretario del Club Socio Torino Argentino.
El sueño se cristalizó finalmente el 6 de enero de 2017 cuando, tras oficializar un comodato con el dueño del terreno, tomaron posesión del lugar y pusieron manos a la obra. “Tuvimos que empezar de cero, por eso creamos una asociación civil, armamos la comisión directiva y logramos que el Gobierno porteño nos habilitara el predio, luego de hacer una serie de mejoras para lograr que el club se ajustara a todas las normativas vigentes”, recuerda Facundo, que es oriundo de Los Perales y mantiene desde siempre una estrecha vinculación con los clubes de barrio. Y luego agrega “cuando empezamos a limpiar todo nos encontramos con varios escudos del Club Leones, que funcionó acá hasta el 2003 y hoy tiene la sede en Zelada, bajo la autopista”.
Pero aquello no fue todo lo que encontraron. También dieron con una singular historia que, a la postre, sería una señal de identidad. “Acá al lado, en Miralla 417 -cuenta Facundo- funciona un garaje que se llama Torino. Cuando accedimos al edificio y empezamos a recuperar el club, varios vecinos se acercaron y nos contaron que acá mismo, a fines de los años 60’, se ensamblaba el Torino que fabricaba IKA en Córdoba. Poco después lo corroboramos con el actual propietario del predio. Por eso decidimos bautizar al club con el nombre de Torino, pero como ya existe uno con ese nombre en Lugano, optamos finalmente por ponerle Club Social Torino Argentino”.
Ya con la entidad en funcionamiento, pudieron acceder a subsidios de la Subsecretaría de Deportes del Gobierno de la Ciudad y de Deportes de Nación. “Con eso armamos toda la infraestructura del club para poder brindar las condiciones necesarias para la accesibilidad de todos los vecinos, porque al estar en un primer piso, eso condiciona bastante a las personas mayores o con movilidad reducida”, explica Facundo, y cuenta que en marzo pasado lograron poner en funcionamiento el salón de planta baja donde formaron un centro de jubilados al que denominaron Casa Cultural Miralla. Allí hoy también se dictan distintas actividades culturales y recreativas, tales como yoga, folclore, tango terapia y canto. Pero, además, en el entrepiso de ese espacio funciona una radio que transmite por YouTube en el canal “Cultura Miralla”, donde se difunde la actividad del club y se ofrecen programas culturales.
“Orgullosamente decimos que el nuestro es un club dominado por el género femenino -asegura hoy Facundo- porque entre nuestras actividades principales tenemos patín, vóley y futsal femenino, además de acrobacia en tela, donde asisten casi 190 chicas. También tenemos boxeo, taekwondo y karate, que son actividades mixtas”. Y como frutilla del postre, quien está a cargo de la Comisión Directiva también es una mujer: Florencia Vessecchia.
Actualmente el club cuenta con más de 250 socios que abonan una módica cuota mensual, pero también asisten un importante número de chicos becados. Al club Torino Argentino concurren además los alumnos de la Escuela N° 20 del D.E. 18 “Mariano Sánchez de Loria”, para realizar actividades extracurriculares.
Otro integrante de la Comisión Directiva es el juntista local Alberto Espiño, quien además se ocupa de coordinar las actividades de la Casa Cultural Miralla. “La idea es trabajar en conjunto con otros actores sociales y culturales de la zona, porque resulta imperioso potenciar la oferta cultural para la comunidad local”, enfatiza el comunero, e informa que ya se han puesto en contacto con la Junta de Estudios Históricos de Liniers y con la murga Los Pizpiretas. Él también fue el encargado de vincularse con la Defensoría del Pueblo porteña, que brindó cursos de RCP, y con el Centro de Salud N° 4, para montar jornadas de vacunación en la sede de la entidad. “Queremos seguir potenciando ese entramado comunitario, ya sea desde lo deportivo, lo cultural o lo social”, recalca.
El club Torino forma parte de la federación FESCBU, en la que un importante número de clubes de barrio intercambian miradas sobre la realidad del sector y se potencian mutuamente.
En total, la sede de Liniers ocupa más de 1.200 metros cuadrados y gracias a los subsidios obtenidos el club pudo instalar paneles solares, que reducen considerablemente el costo de energía eléctrica. Además, acustizó el gimnasio principal, lo que permite que los días de partido el ruido y el bullicio no se extienda en las inmediaciones. “Queremos hacer un aporte positivo a la vida del barrio, con la intención de que los vecinos se apoderen de este espacio y lo sientan como propio”, concluye Facundo, al tiempo que invita a la comunidad barrial a sumarse a la entidad.
Quienes quieran contactarse podrán acercarse a la sede de Miralla 407 o hacerlo a través de Instagram a @socialtorino.
Ricardo Daniel Nicolini
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