Asalto, tiroteo y pánico en las Mil Casitas

La tarde del jueves fue un verdadero pandemonium en el centro de Liniers. Tras intentar robar dos vehículos, un delincuente de unos 40 años se tiroteó con la policía en el corazón de los pasajes a plena luz del día. Al verse cercado por los efectivos, el malviviente optó por pegarse un tiro en la cabeza y permanece internado en grave estado en el hospital Santojanni. Asimismo, un vecino sufrió el roce de un proyectil y, aunque la herida no fue de gravedad, salvó su vida de milagro.

Todo se inició poco después de las 15 del jueves 25 de septiembre, cuando desde el Comando Radioeléctrico se informó el robo de un Volkswagen Polo en la intersección de Francisco de Viedma y Barragán, a metros de la subida a la autopista. Instantes después, efectivos de la Comisaría Vecinal 9B dieron con el vehículo y el delincuente, que al volante emprendió la fuga tomando de contramano por Barragán hasta cruzar las vías del Sarmiento y desembocar en Rivadavia. Pero al girar a la derecha hacia General Paz se encontró con una gran cantidad de autos detenidos por el semáforo, por lo que optó por abandonar el vehículo sobre la avenida Rivadavia y Cosquín y continuar la fuga a pie.

Con los efectivos pisándole los talones, continuó a la carrera por Cosquín y en la intersección con el pasaje Bermejo ingresó a una Ford Ecosport que estaba detenida con su conductora en el interior. Fue allí donde el personal policial logró interceptarlo y, al darle la voz de alto, el delincuente comenzó a dispararles desde el interior del vehículo. Los policías, no obstante, optaron por no repeler la agresión, considerando la presencia de varios transeúntes en el lugar que intentaban refugiarse detrás de los autos estacionados.

En medio de un griterío inusitado, el delincuente –de unos 40 años- descendió del vehículo y continuó su huida a la carrera en dirección a Timoteo Gordillo, pero en la esquina del pasaje La Huerta, donde a partir de la alerta la Policía generó un cerrojo en la zona, se produjo un intenso tiroteo entre el delincuente y el personal policial, en el que el agresor resultó herido en una pierna y un transeúnte sufrió el roce de un proyectil. En ese instante, y al verse herido y cercado por el personal policial; el ladrón levantó el arma y se efectuó un disparo en la cabeza.

Minutos después, en medio de las sirenas policiales y la tensión que se había apoderado del ambiente, el delincuente fue trasladado en grave estado al hospital Santojanni, donde aún se debate entre la vida y la muerte. Los efectivos comprobaron que, además de la pistola 9 milímetros con la que efectuó los disparos, el delincuente llevaba colocado un chaleco antibalas debajo de la campera.

El vecino herido, por su parte, fue dado de alta en forma inmediata, luego de realizársele las curaciones correspondientes.

El caso, caratulado como “robo a mano armada, lesiones y tentativa de suicidio”, quedó a cargo del Juzgado Criminal y Correccional N° 15, de la Dra Karina Andrade, por ante la Secretaría N° 146.