Mendoza, la tierra del buen sol y del buen Vélez

Un Vélez ordenado, prolijo y contundente, se trajo un valioso triunfo por 2 a 0 ante Godoy Cruz -Mateo Mendoza en contra y Maher Carrizo con un espectacular tiro libre- que lo aleja de la zona baja de la tabla anual, lo posiciona como uno de los animadores del torneo y lo invita a soñar, de cara a los cuartos de final de la Copa Libertadores.

No hay dudas. Este Vélez de la segunda mitad del 2025, versión Guillermo Barros Schelotto, sigue en clara evolución. Después de asegurarse un lugar en los cuartos de final de la Copa Libertadores, donde enfrentará a Racing, este lunes dio otra muestra de carácter: derrotó 2 a 0 a Godoy Cruz en el estadio Feliciano Gambarte y trepó a la segunda posición de la Zona B del Clausura con 11 unidades, el mismo puntaje que San Lorenzo y a apenas uno del líder, River.

Pero vayamos al partido. El Fortín fue pura contundencia en la primera mitad. Con apenas dos remates al arco, sacó una máxima diferencia. El primer golpe llegó a los 23 minutos, tras un desborde y posterior centro de Jano Gordón desde la derecha: el defensor Mateo Mendoza intentó despejar, pero terminó descolocando a su arquero y marcando en contra la apertura del marcador. Apenas ocho minutos más tarde, Maher Carrizo se encargó de estampar la obra de arte de la tarde: un tiro libre impecable, con esa zurda delicada y una trayectoria milimétrica, para clavar el balón en el ángulo superior izquierdo de Franco Petroli.

Ese doble mazazo no sólo reflejó la eficacia de Vélez, sino también la fragilidad anímica de un Godoy Cruz que nunca se repuso. Tomás Marchiori sólo fue exigido en una pelota parada sobre el cierre del primer tiempo, pero en líneas generales el equipo mendocino volvió a mostrar todas sus falencias.

La segunda parte fue un manual de control. Vélez bajó revoluciones, se ordenó en el fondo y distribuyó con paciencia. El Mellizo movió el banco a tiempo, le dio sus primeros minutos oficiales a Manuel Lanzini y consiguió que el partido se jugara al ritmo que más le convenía.

Con este triunfo, el Fortín sigue escalando posiciones en la tabla anual, se aleja de los fantasmas de la zona baja y, lo que es más importante, encuentra un funcionamiento cada vez más reconocible: firmeza defensiva, equilibrio en el mediocampo y desequilibrio justo en ataque. El aporte de Rodrigo Aliendro le da jerarquía, el talento de Carrizo lo convierte en bandera y la llegada de Lanzini le abre la ilusión de que este semestre pueda ser realmente histórico. El próximo partido de Vélez será el sábado desde las 21:30, cuando reciba a Lanús en el Amalfitani.

Agustina Guadagno