Goleadora con perfume de mujer

Brisa de Ángelis, la letal centrodelantera del Fortín en la Primera División del fútbol femenino de AFA, en una charla descontracturada y sin rimel.
Brisa tiene 22 años, nació en Rosario, pero hoy vive en el barrio de Balvanera. Su historia con el fútbol empezó mucho antes de vestir la camiseta de Vélez y convertirse en la 9 del equipo. Fue a los 7 años, cuando su tío le regaló una camiseta de Newell’s. “Ahí me di cuenta de que amaba el fútbol”, recuerda.
Recién a los 16 se animó a jugar de manera formal. Su estilo aguerrido y potente lo fue cincelando en Renato Cesarini, uno de los clubes que más talentos forjó en el país. Nunca tuvo una referente en su infancia, pero eso no fue un impedimento. Hoy es ella quien puede inspirar a las nuevas generaciones.
—¿Cómo es ser la número 9 del equipo?
—Es tener responsabilidad. Lo disfruto, me gusta jugar bajo presión, te diría que me potencia.
Entrenar todos los días, compartir momentos con sus compañeras y aprender algo nuevo en cada práctica son las cosas que más disfruta de su vida como futbolista. “No hay algo que me cueste. Cuando trabajás de lo que amás, se hace todo más fácil”, asegura.
—¿Tenés algún gol que recuerdes con una emoción especial?
—Sí. El gol que más recuerdo es uno con la Selección, en un Sudamericano. Es el más importante que hice.
Además de disfrutar cada vez que encara a una defensora rival y esencialmente cuando sacude redes ajenas, Brisa estudia kinesiología, una carrera que eligió por vocación y cercanía: fue becada en la UAI cuando jugó en el club. “Trabajo con mi cuerpo y me llama mucho la atención la salud del deportista”, explica. Su meta a largo plazo como futbolista es clara: quiere ser convocada a la Selección mayor.
En los momentos donde los resultados no acompañan, no baja los brazos. “Encuentro motivación en el enojo, en la bronca del momento. Pero también en saber que es un juego, y que en el fútbol en un segundo las cosas pueden cambiar. Son momentos que pueden pasarle a cualquiera”.
—Y como grupo ¿Cómo manejan la frustración?
—Hablando. Con muchas charlas e intercambio de ideas. Apretamos los dientes y seguimos entrenando para mejorar.
Dentro del vestuario, su rol está claro: pone música, reparte mates y se suma al espíritu alegre de un plantel que, según cuenta, es “bastante jodón. Nos gusta bailar y esas cosas”, dice entre risas.
Brisa llegó al Fortín a comienzos de este año, y lo hizo en un momento histórico: el equipo acababa de ascender a Primera División y el objetivo era asentarse y permanecer en la categoría, cosa que se está logrando. Sabía que el desafío no sería fácil, pero se sintió respaldada desde el primer día.
—¿Qué sentiste al sumarte a un plantel recién ascendido?
—Sabía el desafío al que me enfrentaba. El primer año en la categoría es muy difícil. Ya me tocó vivirlo en otros clubes, y sabía que cómo salieran las cosas sería parte de un proceso de adaptación. Sentí mucha confianza y estoy muy agradecida con el club por confiar en mí.
—¿Qué representa para vos formar parte de esta etapa de Vélez?
—Significa mucho. Por suerte pude sumar goles (hizo siete de los once que marcó el equipo, en 16 partidos disputados) y dejar una huella en el club.
También se siente parte del cambio. Ve un crecimiento positivo del fútbol femenino en el país: “Todos los equipos compiten e invierten en nosotras, ojalá siga así”, dice. Y cree que la inclusión del fútbol femenino en los espacios más tradicionales del masculino ayudaría a mejorar la visibilidad.
—¿Qué mensaje le darías a las chicas que sueñan con jugar profesionalmente?
—Que sepan que va a ser difícil. Que nosotras estamos luchando todos los días para que esto crezca y para que a ellas no les falten cosas esenciales. Que no dejen de entrenar y de soñar, porque si realmente amás el fútbol, siempre vas a encontrar una motivación.
—Si hoy pudieras hablarle a la Brisa que recién empezaba en el fútbol, ¿qué le dirías?
—Que haga lo que ella siente, que por miedo no se quede en lugares donde no quiere estar, y que disfrute, eso es lo más importante.
Aunque el fútbol sigue teniendo muchas barreras, Brisa cuenta con orgullo que nunca se sintió discriminada en este deporte. “Siempre fue muy inclusivo conmigo”, dice. Su historia, como la de tantas otras mujeres, es testimonio de todo lo que se ha avanzado y de todo lo que aún queda por conquistar.
Agustina Guadagno
Recommended Posts

Asalto, tiroteo y pánico en las Mil Casitas
27 septiembre, 2025

Se inician las inscripciones para el ciclo lectivo 2026
26 septiembre, 2025

El sueño de la Libertadores se convirtió en pesadilla
24 septiembre, 2025