Con uno más, jugó menos

Vélez empató 0 a 0 con Platense en Vicente López, por la 2ª fecha de la Liga Profesional, en un partido que deja una sensación amarga. El Fortín jugó más de medio encuentro con un hombre de más y no sólo no supo aprovecharlo, sino que terminó dejando una imagen preocupante, la de un equipo sin rebeldía, sin peso ofensivo y con escasa convicción. Por la B Metro, Liniers también empató sin goles en su visita a San Martín de Burzaco, mientras que, en rugby, Beromama se trajo un triunfazo de Banco Hipotecario.
La noche arrancó con fiesta: Platense celebraba su título del Torneo Apertura y lo hacía a lo grande, con fuegos artificiales, luces, drones y un estadio a reventar. Vélez tenía la chance ideal para arruinar el festejo y mostrar carácter. Pero no lo hizo. Ni cerca estuvo.
El plan de juego fue tibio desde el inicio. Aun con la expulsión temprana de Tomás Silva, que le dio al equipo de Liniers una ventaja numérica durante más de 50 minutos, Vélez fue incapaz de imponerse. Tuvo la pelota, sí, pero no supo qué hacer con ella. Lento en la circulación, previsible en los ataques y sin peso en los últimos metros. Lo más preocupante: ni siquiera pareció tener la actitud para ir a buscarlo con decisión.
Platense, con uno menos, fue quien entendió mejor lo que pedía el partido. Cerró espacios, se defendió con orden y, cuando pudo, atacó con más determinación que Vélez. La más clara fue suya: un remate de Leonel Picco que estalló contra el poste izquierdo de un Tomás Marchiori veincido, y casi cambia la historia.
En un torneo corto, donde cada punto vale oro, el empate sirve poco. Platense lo festeja por el contexto. Vélez, en cambio, se vuelve con una mueca de decepción. Lo de Tigre parecía el inicio de algo, pero lo de anoche vuelve a encender las alarmas.
La próxima fecha será en casa, ante Instituto (el sábado desde las 19). Otra vez, la pregunta de fondo: ¿está este equipo para pelear en serio o sigue sin encontrarse?
Ni una al arco: Liniers y San Martín, un empate que no suma
Por la Fecha 5 del Torneo Clausura de la Primera B, Liniers empató 0 a 0 como visitante ante San Martín de Burzaco. En un partido opaco, sin emociones ni remates al arco, el equipo dirigido por Diego Herrero se aferró a un planteo defensivo que, al menos, le permitió cortar la seguidilla de derrotas y sumar fuera de casa.
El contexto no era fácil: Liniers venía de tres caídas consecutivas y pisaba Burzaco con la necesidad urgente de frenar la sangría. Por eso, el cuerpo técnico apostó por un bloque bajo, compacto, con líneas bien juntas y sin arriesgar. La idea fue clara: no perder.
San Martín, que llegaba con el envión de haberle ganado a Los Andes, manejó la pelota y buscó ser protagonista, pero se estrelló una y otra vez contra el muro defensivo celeste. El equipo local tuvo la intención, pero nunca encontró los caminos: le faltaron ideas, sorpresa y precisión en los últimos metros.
Liniers, por su parte, ofreció muy poco en ofensiva. De hecho, no remató al arco en todo el partido. Le costó mucho pasar la mitad de cancha con claridad, y las transiciones ofensivas no lograron inquietar al arquero rival. Sin embargo, en defensa mostró solidez. Michael Sambataro fue el punto más alto del equipo, firme en cada cruce y clave para mantener el cero.
El empate deja sensaciones encontradas: no mejora en la tabla, pero al menos detiene la caída libre. Con cuatro puntos en cinco fechas, Liniers sigue en el fondo, pero da señales de vida desde la solidez defensiva. El próximo compromiso será en casa, ante Deportivo Armenio, con la obligación de cambiar el chip y empezar a sumar de a tres.
Beromama ganó de visitante y sueña
En un duelo cerrado, áspero y cargado de tensión, Beromama dio el golpe. Se impuso por 32 a 27 ante Banco Hipotecario como visitante y cortó una racha adversa que lo tenía relegado en la tabla. Fue un triunfo trabajado, que vale más que cinco puntos: es una inyección anímica de cara al cierre del torneo.
El desarrollo fue parejo de principio a fin, con momentos de dominio compartido. Sin embargo, en los momentos clave apareció la figura del partido: Camilo Mauro. Con intervenciones desequilibrantes, rompió líneas, ordenó a su equipo y fue el faro en ataque cada vez que Beromama necesitó claridad. Cuando el partido se volvió trabado y físico, supo sacar ventaja desde el juego.
Con este resultado, Beromama alcanza los 23 puntos y se ubica octavo en la tabla, superando a Banco Hipotecario, que queda noveno con 18. Aunque el margen sigue siendo escaso, esta victoria le permite al tricolor de las Mil Casitas seguir peleando por escalar posiciones en el cierre del campeonato.
El próximo desafío será clave: el 2 de agosto, por la fecha 14, recibirá a Vicente López, hoy quinto en la tabla con 37 unidades. Otro duelo duro, pero con el envión de haber ganado afuera, Beromama llega con otra cara.
Agustina Guadagno
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