Amor amarillo

Recorrer en enero el parque Avellaneda supone deleitarse con el encanto del ibirapitá, cuyas bellas flores amarillas encienden un contraste único con el verde de la gramilla. Se trata de un árbol nativo de las selvas tropicales y subtropicales de América del Sur, que fue adaptado para vivir en nuestro clima. Además de brindar grandes beneficios ambientales, es un símbolo de la amistad entre Argentina y Uruguay.

Las clásicas lluvias de verano se han hecho notar durante la primera quincena del año en el cielo porteño, y gracias al mágico influjo del agua, la Ciudad de Buenos Aires ya luce en todo su esplendor las flores de los ibirapitá. Identificado con el nombre científico de Peltophorum dubium; en la jerga popular su denominación significa “de madera colorada”. Este árbol desarrolla grandes dimensiones de entre veinte a veinticinco metros de altura. A la imponencia de su tamaño, se le agrega la belleza de sus flores en forma de racimos de color amarillo intenso que, combinado con su follaje persistente de color verde, lo hacen único.

Tanto porteños como visitantes pueden disfrutar de su belleza y su sombra en las calles y también en los parques. Desde el Metrobús se los puede apreciar en plaza Italia sobre avenida Santa Fe entre las calles Darregueira y Thames. También existe un corredor sobre la avenida Forest entre la Pampa y avenida de los Incas; en el centro, por ejemplo, se los puede disfrutar en la avenida 9 de Julio entre Chile e Independencia, pero en nuestra Comuna 9 también son un ejemplar distintivo, y su espectacularidad engalana los recovecos del parque Avellaneda (ver foto).

Dado su gran porte, el plan maestro de arbolado de la Ciudad prevé ocupar 243 calles con esta especie, que requiere para su plantación veredas o espacios de grandes dimensiones. Por ejemplo, en la avenida de los Constituyentes en su intersección con el paso bajo nivel del ferrocarril Mitre ya se plantaron nuevos ejemplares que están mostrando sus primeras floraciones. También se encuentran magníficos ejemplares en el mencionado parque Avellaneda, en el parque Tres de febrero y en el Centenario.

De esta forma, cuando se apaga el colorido de otras especies arbóreas que florecen en primavera, como el amarillo de las tipas, el violeta de los jacarandás, el rojo de los ceibos y los capullos blancos de los palos borrachos, y sólo persiste el rosado de algunos lapachos, este árbol exótico para la Ciudad llega con su amarillo intenso en el inicio de cada año.

La amistad entre Argentina y Uruguay, hecha árbol

Cuenta la historia que el popular prócer oriental José Gervasio Artigas se exilió en Paraguay, y en ese país el gobierno le cedió una villa llamada San Isidro de Curuguaty, un lugar cercano a la capital, Asunción, donde Artigas plantó un ejemplar de Ibirapitá para tomar mate bajo su sombra.

El árbol caló hondo en el sentimiento de nuestros vecinos orientales en tanto el prócer habría pasado sus últimos años bajo esta sombra, razón por la cual también en el país vecino se lo llama árbol de Artigas. En la plaza 25 de Agosto, ubicada entre las calles Heredia, Giribone, Charlone y 14 de Julio, hay un ejemplar histórico que creció de un retoño procedente del “árbol de Artigas”, que fuera ofrendado a la ciudad por la colectividad oriental. Fue así como este árbol se constituyó como un símbolo de la fraternidad argentino-uruguaya.

La Ciudad de Buenos Aires incorporó nuevos ejemplares durante el 2022, y el año pasado ingresó al quinto y último año del plan quinquenal que supone la plantación de nuevos ejemplares y el mantenimiento de los ya existentes.

El ibirapitá es una de las especies con las cuales el Gobierno porteño apunta a tener unos 500 mil árboles en la Ciudad para 2025 mediante el plan mencionado, que comenzó cuando había unos 425 mil ejemplares en calles y avenidas. La propuesta es ocupar 243 arterias urbanas con esta especie, que requiere veredas o espacios de grandes dimensiones para crecer, y cuya plantación puede ser solicitada por los vecinos a las autoridades, a través de la web buenosaires.gob.ar o la aplicación BA147 para que sean incorporados en la campaña de forestación que comenzará en mayo próximo.

La Ciudad de Buenos Aires lanzó a comienzos de 2022 Arbopedia, un portal web que les permite a los vecinos acceder a los planes de forestación, participar en los programas de cuidados, campañas de concientización, censos, descripción de especies y conocer el arbolado público de la ciudad en su totalidad. Allí se informa que las últimas especies plantadas fueron Jacarandá, Tilo, Crespón, Liquidambar, Anacahuita, Pata de Buey, Lapacho, Arce Tridente y Fresno Dorado. También se plantaron especies nativas como Canelones y Lecherones.