Periódico zonal del Barrio de Liniers para la Comuna 9
May 5, 2024 5:47 am
Cosas de Barrio

El carnaval del ajuste

Este año sólo habrá 21 corsos en la ciudad y los gastos serán compartidos entre el Gobierno porteño y las murgas anfitrionas. En la Comuna 9, el único confirmado es el de la avenida Alberdi, en Mataderos. El de la plaza Sargento Cabral, en Liniers, podría funcionar sólo un fin de semana de febrero y el de la plaza Sarmiento fue directamente quitado de la grilla. En esta nota, los detalles de una fiesta popular encorsetada y sin caja, que intenta fluir al ritmo del carnaval.

“No hay plata”, es la frase que, desde el 10 de diciembre pasado, el presidente Javier Milei y la mayoría de sus funcionarios repiten como un mantra. Tres palabras que, en muchos casos, se ajustan a una realidad tangible, y en otros, se utilizan como estrategia para limitar acciones y programas que no cuentan con la venia del Ejecutivo, sea este nacional, provincial o municipal.

En ese marco, la realización de los festejos de carnaval, no son la excepción. Dos municipios bonaerenses de marcada raigambre justicialista, como La Matanza y Ensenada, han optado directamente por suspender los corsos oficiales. Y podrían sumarse otros más. “Las medidas económicas nacionales provocaron un ajuste en la población y obligan a la Comuna a orientar mayores recursos a la compra de alimentos, medicamentos y al funcionamiento de los servicios esenciales”, sostuvo el municipio de Ensenada, en un comunicado de prensa.

En la Ciudad de Buenos Aires, no obstante, los festejos de carnaval se confirmaron, aunque con un marcado recorte respecto a la edición del año pasado: de los 34 corsos que se ofrecieron en febrero de 2023, este año la cifra se reducirá a 21, en el mejor de los casos. El tironeo por el número final se extendió durante varias reuniones y aún persiste. Las murgas que integran el Circuito de Carnaval Porteño solicitaban que fueran 28 los corsos, mientras que el Ministerio de Cultura de la Ciudad proyectaba quince, uno por cada Comuna. Sin embargo, accedió a ampliar la cifra a veintiuno, aunque en los últimos seis que se integraron a la lista, el Gobierno porteño sólo se encargará de otorgar los permisos y realizar los cortes de calle. El resto correrá por cuenta de las murgas organizadoras, que por estas horas están tratando de ingeniárselas para cubrir los diversos gastos que contempla la normativa.

Cuándo y dónde

Como es habitual, el carnaval porteño se celebrará a lo largo de los cuatro fines de semana de febrero (se inicia el sábado 3), a los que se agregan los feriados del lunes 12 y el martes 13. Los sábados y el lunes 12 el festejo se extenderá entre las 19 y las 2, mientras que los domingos y el martes 13 serán entre las 19 y la medianoche.

De los 21 corsos que se desarrollarán este año en la ciudad, tres tendrán lugar en el ámbito de la Comuna 9: dos en Mataderos y otro en Liniers, aunque con fechas limitadas. El primero estará organizado una vez más por la murga Los Caprichosos de Mataderos y, tal como ocurrió el año pasado, funcionará sobre la avenida Juan B. Alberdi entre Escalada y Araujo (con corte total de la avenida en ese tramo, en Basualdo y Bragado y en Guardia Nacional y Artigas), en principio, durante la mayoría de las fechas de febrero. Y el otro funcionará en el límite con Lugano (Comuna 8) sobre la avenida Eva Perón entre Araujo y Basualdo, con fechas aún a confirmar. Allí los cortes de tránsito serán en Basualdo y Hubac, Eva Perón y Corvalán, Araujo y Primera Junta, y Eva Perón y Basualdo.

El de Liniers, de confirmarse, contará con la organización de Los Mocosos de Liniers y sólo estará activo el fin de semana del 17 y 18 de febrero. Tal como ocurrió el año pasado, funcionará en la plaza Sargento Cabral, de José León Suárez y Martínez de Hoz, con cortes totales en Martínez de Hoz entre Manuel Arce y José León Suárez, y Manuel Arce y Urién. Este es uno de los seis corsos en el que los organizadores deberán solventar la mayoría de los gastos (sonido, escenario, baños químicos, electricista matriculado, etc.) por lo que, al cierre de esta nota, aún restaba la confirmación final.

A diferencia del año pasado, cuando fueron cuatro los corsos desarrollados en la Comuna 9, en esta oportunidad no formará parte de la grilla el tradicional corso de la plaza Sarmiento, que durante años organizaran “Los Pizpiretas de Liniers”.

La nómina completa de los veintiún corsos habilitados por el Gobierno porteño para estos carnavales, es la siguiente: Mataderos, Parque Saavedra, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Lugano 1, Lugano 2, Lugano 3, Flores, Villa Crespo, Villa Devoto, San Telmo, Colegiales, Palermo 1, Palermo 2, Liniers 2, Villa Real, Boedo 1, Boedo 2, Paternal, Pompeya y San Cristóbal. En la gran mayoría de los casos, los corsos se realizarán en parques y plazas, para intentar mantener liberado el tránsito vehicular.

De esta forma, las 130 murgas que componen el circuito oficial de la Ciudad de Buenos Aires, que congregan a unos 15 mil murgueros, volverán a hacer cantar y bailar a toda la ciudad con sus galeras, levitas, bombos y platillos, para darle vida una vez más a una fiesta popular histórica que tiene años de tradición y desarrollo en los distintos barrios porteños.

Como se recordará, el corso porteño no estuvo ajeno a las restricciones de la pandemia, y durante los dos años en los que se extendió el virus, debió acotarse y adaptarse. En 2021 fue suspendido y las murgas realizaron presentaciones virtuales a través de plataformas digitales y al año siguiente apenas se habilitaron doce corsos. Recién en 2023 el carnaval porteño retomó todo su esplendor y ahora el ajuste vuelve a encorsetarlo.

Las murgas locales a pleno

Además de los mencionados centros murga “Los Mocosos de Liniers” y “Los Pizpiretas de Liniers”, constituidos como asociaciones civiles sin fines de lucro, en Liniers harán sonar el parche y lucirán su colorido “Los Fortineros de Corazón”, “Bate el parche” y “Batacazo carnavalero” (foto). En Mataderos harán lo propio “Los Caprichosos” y en Parque Avellaneda “Los Descarrilados” y “El metejón de mi vida”.

En 1997 las murgas porteñas fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Ciudad, un reconocimiento más que merecido, ya que desde hace más de 150 años son una marca registrada de la cultura popular porteña.

El primer corso que se realizó en Buenos Aires tuvo lugar en 1869 y estuvo animado por comparsas de negros y blancos tiznados, que relucían con sus disfraces y su ritmo, mientras su canto y su baile al compás del bombo disparaban piernas y brazos al aire. Por entonces, el incipiente carnaval porteño comenzó tomando los ritmos afros del Río de la Plata, para luego convertirse en la típica murga barrial en la que sus integrantes buscan, por medio del humor, la picardía y la ironía, hacer una crítica social en cada una de sus letras. Una vertiente que, a la luz del contexto actual, parece ofrecer mucha tela para cortar.

Ricardo Daniel Nicolini

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