Periódico zonal del Barrio de Liniers para la Comuna 9
October 3, 2024 9:05 pm
Cosas de Barrio

El autismo y la importancia de la contención familiar

Una mirada desde la psicología a un trastorno que, en la Argentina, afecta a uno de cada 50 niños

Por la Lic. Mailén González (*)

El autismo es un trastorno del desarrollo que se caracteriza por el aislamiento social de quien lo padece y diversos patrones estereotipados y repetitivos de conducta, además de una serie de dificultades en la comunicación.

Cuando arriba a una consulta un paciente niño o adolescente con diagnóstico de autismo, se trata de comenzar a trabajar, en primer término, en la orientación con los padres.

Se apunta a historizar, a conocer la historia familiar, el contexto en el que el niño llega al mundo y en qué lugar se lo ubicó en lo acontecido, previo a su existencia en el discurso paterno y materno. Allí, cada historia se manifiesta en su particularidad, con elementos singulares que describen cada mujer, cada niño, cada familia.

Además, se trata de contener, en tanto lugar de escucha, de aquellas fantasías de cualidades del hijo esperado y el acontecido. Asimismo, en el correr del tratamiento, se piensa en trabajar con el hijo actual, con aquello que es posible para él, con sus coordenadas particulares. Por otra parte, en la labor con niños con patologías graves del desarrollo, es menester la presencia de un equipo interdisciplinario tratante como modo de abordaje de diferentes situaciones que atraviesan los niños y sus familias. De aquellos tratamientos habituales que requieren estos casos, podrían nombrarse los siguientes: psicomotricidad, musicoterapia, terapia ocupacional, psicopedagogía, fonoaudiología, neurología, psicología, psiquiatría, acompañamiento terapéutico y talleres grupales. En el campo educativo, muchas veces se requiere un acompañante personal no docente (APND) para intervenir y mediar entre los contenidos escolares y cada niño en su modo particular de acercarse a los mismos.

El trabajo grupal en talleres y espacios educativos mencionado anteriormente es muy interesante, ya que permite propiciar el lazo social que muchas veces se ve obstaculizado en pacientes con estas patologías. En este sentido, el juego aparece como una herramienta fundamental de intervención en el día a día con niños en terapias individuales y grupales.

Así, se van implementando estrategias de intervención que permiten ampliar los canales de comunicación de estos niños, y, a medida que sus tratamientos van avanzando, armar lazos con otros, hábitos de independencia y rutinas en la vida cotidiana.

Por otra parte, muchas veces se producen talleres vinculares entre padres y niños con el fin de generar un espacio para relacionarse mediante el juego, que es muy enriquecedor en la comunicación paterno filial.

(*) González es licenciada en piscología (UBA) MN 53476. 

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