Periódico zonal del Barrio de Liniers para la Comuna 9
April 26, 2024 12:27 pm
Cosas de Barrio

Casi un siglo retratando la historia de los barrios del oeste porteño

Josefina Salazar es una referente ineludible a la hora de bucear en los orígenes de la Buenos Aires de antaño

El tercer sábado de cada mes se la ve llegar al bar “Lisandro”, de Ramón Falcón y Lisandro de la Torre, del brazo de su querida hija Rosemary. Con su mirada recorre el salón para ubicar la mesa que la espera y hacia allí se dirige para reunirse con los miembros de la Junta de Estudios Históricos del barrio de Liniers. Josefina sabe que la esperan para escucharla. Así fue hasta que la pandemia metió la cola e impidió seguir oyendo sus consejos y sugerencias, producto de años -muchos años- de experiencia en el rescate de la memoria barrial. Pero pronto se la verá de vuelta, porque a pesar de su edad, para ella los años nunca fueron un obstáculo.

Es que el 4 de octubre pasado, Josefina Salazar, hacedora de numerosas instituciones como la Junta, celebró sus frescos 99 años que, a juzgar por su actitud y actividad, parecen no pesarle para nada.

De sangre aragonesa, proveniente de Villa Fonz, pequeño pueblo (hoy con menos de mil habitantes) de la provincia de Huesca, España, Josefina nació en el barrio de Almagro, cuando Buenos Aires aún se mezclaba con grandes manchones de pampa, y llevó su vida como todas las de su generación, con el destino marcado por los ritos y costumbres de la época, aunque con un interés específico inclinado hacia la historia.

En 1953 se casó y poco después tuvo a Rosemary, entonces se dedicó al cuidado de su hija y del hogar. Su vida habría continuado por ese derrotero de no ser por uno de esos golpes que a algunos le suele dar el destino. Fue una simple noticia, de pocas líneas, publicada a comienzos de 1971 en un matutino de entonces. Allí se anunciaba la realización de una conferencia sobre historia a desarrollarse en el Club “La Floresta”, entidad nacida a comienzo del siglo XX frente a la plaza Vélez Sarsfield, como mutual vecinal del barrio, que recientemente celebró sus flamantes 121 años. Concurrió a la exposición y a partir de entonces, como una cuenta de collar, los sucesos en su vida se fueron concatenando de manera tal que su destino cambió para siempre.

De la mano y el apoyo de uno de los principales historiadores de la ciudad, el Dr. Eduardo Favier Dubois, integró la Junta Promotora de los Barrios del Oeste, donde aquel era presidente y cuyo objetivo central fue la recuperación de la memoria de los barrios de esa zona, mediante la creación de Juntas de Vecinos interesados en llevar adelante el proyecto.

Así fue que se la vio a Josefina primero en la fundación de la Junta de Estudios Históricos de Villa Luro, la refundación de la Junta de Caballito y luego en la creación de las juntas de los barrios de Liniers, Villa Real, Santa Rita y Parque Avellaneda. No contenta con ello, participó activamente en 23 instituciones barriales.

Su momento más valioso fue, quizá, cuando participó y se integró como miembro del Instituto Histórico “Santiago de Liniers”, del que fue su secretaria.

Siguió ampliando su espacio de acción y con desinteresada entrega y esmero también se desempeñó durante doce años al frente de la hemeroteca de la Junta Central de Estudios Históricos de los Barrios de la Ciudad de Buenos Aires.

Enamorada de la ciudad colonial centralizó sus estudios en esa época y con ellos recorrió numerosas instituciones, dando charlas que denominó “De mantillas y crespones” e “Historia Viva”, a las que últimamente agregó la dieta alimenticia de aquel entonces.

Los viajes de estudio no fueron ajenos al nuevo perfil de Josefina. Con los auspicios de la embajada de Francia y del British Council de Londres, viajó para participar del curso de “Historia del Mueble”, como así también concurrió al “IV Seminario Internacional de Arquitectura y Restauro”, realizados en Roma (Italia) y en Dessau (Sajonia-Anchat) y Berlín, en Alemania.

En 2007, en el bicentenario de la Victoria de Buenos Aires, en su condición de secretaria del Instituto Histórico “Santiago de Liniers”, formó parte de la comitiva que participó de los actos realizados en el Panteón de los Marinos Ilustres de la ciudad de Cádiz, España. Nuevamente en 2010 viajó a Francia con el mismo carácter de representación para sumarse al homenaje al héroe de la Reconquista, en la localidad de Niort, lugar de su nacimiento, al conmemorarse 200 años de su fusilamiento. Tres años después volvió a Cádiz para el homenaje realizado por la Real Armada Española en conmemoración del sesquicentenario de la repatriación de los restos del ex virrey.

Ya en el ámbito periodístico, además de ser consultada por los principales medios gráficos, escribió numerosos artículos entre los que pueden mencionarse “Iglesia y monasterio de Santa Catalina en el barrio de San Nicolás”, “Buenos Aires y el teatro lírico”, “El recuerdo de un agradecimiento”.

La pandemia entró en pausa o terminó definitivamente. El Bar “Lisandro”, sede provisional de la Junta de Liniers, paulatinamente está reabriendo su salón, al que están retornando los parroquianos habituales. También los de la Junta, que esperan ver llegar por la mañana, cada tercer sábado del mes, a Josefina acompañada de su inseparable Rosemary. Y cuando llegue el momento, estar a su lado cuando doble el siglo de su vida, tan cargada de historia literalmente, para celebrarlo como corresponde.

Gerardo Muzlera Mooney

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