Carnaval sin corsos y con barbijo

Ante el marcado incremento de casos de coronavirus, las murgas porteñas resolvieron suspender los corsos que, como es habitual, se distribuyen en puntos neurálgicos de los distintos barrios porteños durante el mes de febrero. Como contrapartida, le propusieron al Ministerio de Cultura reprogramar los corsos para julio próximo, en el marco de lo que sería un eventual “carnaval de invierno”.

Las agrupaciones de carnaval de la Ciudad de Buenos Aires resolvieron de común acuerdo no realizar corsos barriales ni desfiles callejeros durante el próximo mes de  febrero, como medida de prevención para evitar la propagación de contagios ante el avance del Covid-19. No obstante, con la intención de mantener vivo el espíritu del carnaval, adelantaron que realizarán streaming de actuaciones de murgas, muestras, radios abiertas y realización de murales alegóricos.

En una nota presentada días pasados ante el Ministerio de Cultura porteño, las murgas que integran el circuito de carnaval de la Ciudad propusieron, no obstante, festejar los carnavales en el mes de julio próximo para poder así incorporar el festejo al calendario anual de actividades culturales de la ciudad de Buenos Aires.

“En un hecho sin precedentes desde el retorno de la democracia, no se van a efectuar los corsos porteños en su formato tradicional”, precisó el delegado de las agrupaciones murgueras de la Ciudad, Felipe Fiscina. “Más de cien agrupaciones de carnaval decidimos en reunión general suspender cualquier salida en espacio público, al aire libre o cerrado, que pudiera llegar a tener algún tipo de concurrencias”, añadió.

En este contexto y previendo la posibilidad de que al llegar el carnaval continuara aún la pandemia, las agrupaciones de carnaval comenzaron en junio pasado a trabajar en pos de un “Carnaval Alternativo” con la intención de “cuidar a los murgueros y a los vecinos de la ciudad”. De allí que la propuesta del streaming y las diversas actividades en la ciudad sin convocatoria de público, serán las que van a primar en un carnaval atípico pero que, no obstante, intentará “llenar de color y alegría los barrios porteños y sus esquinas, donde año tras año hemos festejado con los corsos”, precisó Fiscina.

Carnaval Alternativo

La propuesta de “Carnaval Alternativo” que las murgas pusieron a consideración del Ministerio de Cultura porteño, es un proyecto que está dividido en seis actividades diferentes. La primera consiste en la filmación de actuaciones de agrupaciones de carnaval sin público y con protocolos adecuados para su posterior transmisión, y puede ser con formato en vivo o bien grabando los contenidos previamente para su posterior reproducción en distintos espacios de transmisión como el Canal de la Ciudad y las redes sociales. 

La segunda actividad tiene que ver con decorar, siempre contemplando los cuidados y protocolos pertinentes, los lugares de ensayos y de corsos emblemáticos de la ciudad durante el mes de febrero, para simbolizar y visualizar el carnaval. La tercera es la realización de radios abiertas, con entrevistas, con historias del barrio, de los festejos del Rey Momo, y con música, en las “calles y plazas carnavaleras”, coordinado y conducido por la agrupación que ocupa cada espacio. Además, se proyecta contactar a las radios comunitarias para que también puedan transmitir los programas. 

La cuarta iniciativa plantea llevar a cabo “muestras fotográficas itinerantes” sobre los carnavales. Allí se expondrán obras de fotógrafos y, a la vez, se invitará a participar con sus fotos a vecinos, vecinas y agrupaciones de carnaval porteñas. 

La quinta propuesta tiene que ver con la realización de murales con temáticas del barrio y del carnaval; y la última prevé la realización del “carnaval de invierno”, con los históricos corsos populares, barriales y gratuitos en su formato tradicional. Claro que para eso, habrá que esperar la evolución de la pandemia y los efectos de la vacuna.