“Ir a la cancha”, la actividad recreativa que más se extraña

Así lo expresan los resultados de la última encuesta digital de Cosas de Barrio

De acuerdo con la opinión de la gente que durante el último mes participó de la encuesta digital que Cosas de Barrio realizó en su sitio de Internet (www.cosasdebarrioweb.com.ar), el 41 por ciento de los votantes aseguró que la actividad recreativa suspendida por la cuarentena que más extraña es “ir a la cancha”; un 28% dijo que era el cine; el 14% se inclinó por los recitales; otro 12% optó por el teatro; mientras que el 5% restante dijo extrañar los boliches, discotecas y lugares bailables (ver gráfico).

En total, en esta nueva edición de la encuesta realizada vía Internet por este medio, participaron un total de 1.799 vecinos.

Poco más de cuatro de cada diez votantes, expresaron su deseo de retornar a los estadios de fútbol para palpitar desde la tribuna o la platea los partidos de su equipo favorito. Vale recordar que el último partido con la presencia de público en los estadios se disputó hace nueve meses, un verdadero parto para miles de hinchas para los que ver en vivo a su equipo, resulta una situación única e incomparable. No obstante, intentar imaginar hoy una fecha estimada para el retorno del público a las canchas parece poco menos que una utopía. Pero tan esencial resulta la presencia de los hinchas en las tribunas, para delinear con precisión el paisaje futbolero, que las transmisiones televisivas han intentado reemplazarla con audios grabados de aliento y cánticos, tan inexpresivos como bizarros.

En segundo lugar, algo más que un cuarto de los votantes, expresó su deseo de poder volver a disfrutar de una película, allí donde se plasma su esencia natural: el cine. Sin embargo, a la fecha también resulta incierta su reapertura, aunque, a diferencia de los estadios de fútbol, el horizonte se vislumbra algo más cercano. La experiencia mundial demuestra que, una reapertura apresurada de las salas, puede obligar a una marcha atrás repentina. Mientras tanto, muchos deben conformarse con las plataformas digitales que, tecnología mediante, intentan reproducir la magia del séptimo arte (con mayor o menor suerte) en el living de casa.

Algo similar ocurre con los recitales y conciertos musicales en vivo –que se ubicaron en la mitad de las preferencias en esta encuesta- para los que los escenarios nacionales de estadios y teatros, tampoco están disponibles. Sin embargo, a diferencia del fútbol y del cine, el parate implicó una gran preocupación para sus protagonistas. No sólo para los artistas consagrados, sino –fundamentalmente- para el resto de los músicos y la industria paralela (técnicos de sonido, plomos, etc.). En este caso el streaming se convirtió en un salvoconducto que les permitió a algunos artistas ofrecer recitales en vivo a través de plataformas digitales.

En cuarto lugar se ubicó el teatro, y no parece ser casual, ya que durante el transcurso de esta encuesta, el Gobierno porteño autorizó su reapertura parcial, con los protocolos de rigor. No obstante, esos estrictos protocolos obligan a reacondicionar las salas, por lo que muchas de ellas aún no cuentan con la habilitación correspondiente. La normativa exige que no se supere el 30% de la capacidad de la sala, que los espectadores utilicen tapabocas durante toda la función y que haya una distancia interpersonal de dos metros. Pero el punto primordial para lograr la habilitación es la exigencia de la renovación del aire interno con la obligatoriedad de que circule aire exterior. Por esa razón varios teatros debieron adaptar sus sistemas de ventilación y refrigeración.

Por último se ubicaron los boliches bailables o discotecas, cuya reapertura se observa bastante lejos en la lista, mientras dura la pandemia. Será por eso que de “bailar pegados es bailar”, como sabiamente lo graficó Sergio Dalma.

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